jueves, 23 de septiembre de 2010

"LOS TIEMPOS ESTAN MADUROS"

Con esta frase bíblica, y al hilo del comentario de Juan, aprovecho para plantear el tema: muchas personas en el fondo de nuestro corazón sentimos el deseo de realizar una experiencia de este tipo, pero la vida nos envuelve en múltiples historias que unas veces nos apartan, otras nos hacen olvidar, y otras veces nos hacen que parezcan puras utopías esos sueños o esperanzas o llamadas que sentimos. Pero llega un momento en el cual, por alguna razón, si tiene que pasar, pasará, tomarás la decisión si es que la llevas realmente dentro. Mis tiempos maduraron este verano, cuando me dí cuenta de que la gente estaba cada vez peor. Nosotros éramos jardineros. Llevábamos cuidando jardines desde hace 10 años. Durante este tiempo, el trabajo se realizaba con alegría, lo teníamos ya por mano y la gente, a parte de algún problema puntual que pudieran tener, se portaban bien. Incluso había clientes que nos regalaban obsequios para nuestros santos y cumpleaños, y tenían detalles agradables. Pero éte aquí que llega la crisis económica: pues chicos, la gente más rica es la que se ha "desnortado" por completo. Hasta el punto de que pretendían que realizáramos el mismo trabajo por un 25% menos de remuneración. Mi marido los capeaba bien, pero mis tiempos ya estaban algo madurillos y dije: hasta aquí hemos "llegao". Dije que ni pensarlo, que ya estaba bien de machacar al personal, así que dejábamos el trabajo y que nos íbamos al monte: se armó la "intemerata": que si éramos unos irresponsables, que a los dos meses estaríamos de vuelta llorando porque no nos adaptaríamos, que "hace ya tiempo que flojeábais en el jardín" (o sea, que te pagan menos y la que flojeas eres tú, tiene huevos la burra, con perdón de la expresión, pero es que me caliento). Total, que se cayó la breva de madura. Los tiempos te indican cuándo estás preparado, y de verdad, que cuando el día llega, no ves el momento de marchar, dejar todo atrás y empezar tu historia. Las premisas para poder hacer esto un día u otro son importantes:
-procurad entramparos lo menos posible en préstamos, hipotecas, créditos al consumo y otros productos malévolos, desde el principio de vuestros días (otra frase tipo bíblico...)
-nosotros no tenemos hijos, pero supongo que si los crías desde pequeños lejos de la "tontería universal" de estos tiempos, os saldrán buena gente, y os pueden seguir.
-No esperéis nunca nada de nadie, y menos de la gente que parece más amable, amistosa y "buena": los castañazos en forma de decepción son espectaculares. "Sed buenos", pero pensando en vosotros.
-Vivid la vida con sencillez, aprended a prescindir de lo que no es realmente necesario. Nos comen tanto el coco con tantas cosas prescindibles...
Y después de este "sermón papal" os dejo, hermanos, para meditéis sobre mis palabras. Que Dios os bendiga...

1 comentario:

Mika dijo...

Pues sabed que estáis haciendo algo muy importante, y que un día, aquellos que os miraron con "indiferencia", os mirarán con envidia sana, incluso querrán aprender de vuestra experiencia, aquella, que necesitarán un día para su propia supervivencia, ya que no estamos yendo hacia tiempos más fáciles sino hacia tiempos donde se va a necesitar el ingenio y creatividad humana, algo que vosotros, y unos cuantos miles más de personas en el planeta, ya están practicando :)