Aquí tenéis dos fotos, la de la izquierda pertenece a la finca de mi vecino Patricio. Está cultivada de manera tradicional, es decir, cada cierto tiempo pasada de arado con el tractor, y algún tratamiento fitosanitario. A la derecha tenéis nuestra finca. Lo que se ha hecho en ella es lo siguiente: la compramos en enero, y llevaba un año sin que nadie la trabajara. Hasta que vinimos en el mes de julio, la dejamos " a su ser", sin labor alguna. En julio metimos las cabras, que comieron la hierba que quisieron, aunque ya estaba agostada. A continuación, en agosto, pasamos la desbrozadora y segamos la hierba seca, dejándola sobre el suelo. Ahora que ha llovido, hace quince días pasamos el motocultor, pero superficialmente. La paja que se incorporaba al suelo la hemos dejado, la que quedaba muy en la superficie la hemos retirado con una horca, y servirá de lecho para el corral. Como véis, el aspecto de la tierra es muy diferente, y la nuestra verdea ya. De momento, no apreciamos diferencias entre el aspecto de nuestras olivas y las de las fincas vecinas cultivadas con tractor ( y os aseguro que con cada pasada que dan, gastan bastante gasoil). Más ventajas: en nuestra tierra la biodiversidad es muy alta, está todo lleno de pequeñas arañas, saltamontes, hormigas y otros habitantes a mi parecer de bióloga beneficiosos en el control natural de plagas como la mosca del olivo. Además, en unos bancales más altos que tenemos y que no habian sido limpiados en años, con matas de romero que llegaban al metro de altura, los olivos tienen MAS olivas y MAS gordas...es decir, parece que la intervención humana no sea muy beneficiosa...esto da que pensar.
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