jueves, 21 de octubre de 2010

HISTORIA VIVA

Hoy, al bajar a la feria, nos hemos parado delante de una casa que en el jardín tenía como elemento decorativo una prensa para hacer vino. Al cabo de un momento, se nos ha acercado un viejecito que andaba con su bastón. Andaba tieso, sin cojear, y tenía una sonrisa picarona. Nos ha dicho que él de jóven había prensado el vino con una de esas prensas, de las variedades garnacha, xarel.lo y otra más que no recuerdo. Nos ha hablado del vino que salía, "aquello sí era vino, hijos, y cuando los amigos de mi padre venían por las tardes los fines de semana a charlar, bebían unos vasitos de aquel vino...". No necesitaban que viniesen los técnicos de las bodegas, que ahora compran las cosechas de los agricultores, a medir el "grado", y que siempre intentan menoscabar la calidad del producto para pagarles menos. Entonces el propio agricultor lo medía: "vinos de 13 grados, hijos...". Nos ha dicho que después de la viña, vino la moda de plantar almendros. "La almendra se pagaba bien, yo planté muchos en mi finca...". Después de los almendros, que como ya no eran rentables no se cuidaron y se dejaron medio muertos, vino la moda de las olivas, "de las arbequinas para el aceite... a saber qué vendrá después", siempre con su risita. Después de esta conversación, nos pregunta: "¿sabéis qué edad tengo?" El abuelito aparentaba unos 80 años. "Nací en 1919".
Nos hemos quedado pasmados: ¡91 años! La de cosas que ha vivido este hombre, hemos tenido delante un trocito de historia viva de estas tierras...
Se despide de nosotros y continúa paseando por las calles, mirando los stands a medio montar de la feria.
Un trozo de historia...viva.

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