viernes, 29 de octubre de 2010

VISITAS NOCTURNAS



Esta mañana hemos ido a ver los ajos que plantamos en el bancal de arriba: han venido los jabalís. Por suerte han escarbado en la parte donde no había nada plantado, sólo estaba removida la tierra. Se veían las huellas...

¿Será nuestro amigo de 120 kilos? Ya le he dicho a mi marido que no diga nada en el pueblo, o vendrán los cazadores espitosos a pegar tiros a mi montaña. Porque para estos aguerridos hombres no hay obstáculo alguno, ni las argelagas punzantes que crecen en estos bosques (y que nos han pinchado por cien agueros la rueda de la carretilla); nada les detiene. Se meten por dentro de la selva que forma el sotobosque de estos descuidados grupos de pino blanco , y se ve que no se pinchan los tíos, o si se pinchan, nada, tipo monje shaolin y a aguantar el dolor (no hay dolor, no hay dolor). Y son tan valientes, que no tienen miedo de nada...

Claro que con un escopetón tipo trabuco de Curro Jiménez triplicado tampoco yo tendría miedo. Así cualquiera.

En la foto: una sencilla valla metálica nos ahorrará disgustos sin tener que matar a nadie.

No hay comentarios: