lunes, 15 de noviembre de 2010

HACER SIDRA: ADAPTACIONES DEL PROCESO





He empezado a hacer la sidra, con las manzanitas amarillas que os enseñé ayer. Por cierto, que si alguien sabe la variedad a la que pertenecen, le agradecería que me lo dijera. Primero, cortamos la manzana sin pelar ni lavar en trozos con un cuchillo. No las lavamos ni pelamos para no quitar las posibles levaduras que tengan en la piel y que iniciarán la fermentación.
Luego viene la parte más trabajosa: obtener la pulpa para luego exprimirla. Con el mazo no me parece que salga mucho zumo, así que pienso que como no va a ser mucha cantidad, rayaré las manzanas con el rallador de queso. Luego aprieto la pulpa con una mano de mortero, a través de un utensilio de cocina de esos que incluyen las picadoras. La ayuda de mi marido es esencial, tiene más fuerza y obtiene más zumo.
Para que os hagáis una idea, de 5,4 kilos de manzana han salido 2,5 litros de mosto de manzana. La pulpa restante se la hemos dado a las gallinas, que se la han comido con gran gusto.
Hemos pasado el mosto de manzana a través de un colador para eliminar los restos de pulpa más gruesos, y el zumo resultante está ahora reposando en esta jarra de barro, tapada con un trapo de cocina. Esperemos que las levaduras ambientales y las que pudiesen llevar las manzanas en la piel por su contacto con la tierra del huerto hagan su trabajo y se inicie la fermentación. Os seguiré informando del proceso.

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