HACER SIDRA

Ayer para mitigar el disgusto de la desaparición de Coco, pero hoy para celebrar su regreso, estoy buscando la manera de hacer licores caseros. Cuando estás un poco triste, un vasito de espirituoso te hace recobrar el ser. Pues...tiene tela el asunto de los licorcillos.

Para hacer alcohol a partir de bayas silvestres, como la ginebra, que se obtiene de las bayas del enebro, o de otros elementos vegetales, como las pieles de patata, se necesita destilar, operación que permite separar la fase acuosa del alcohol que contienen los frutos. Y para destilar, necesitas un alambique. Puede ser glorioso...

El más sencillo se puede fabricar a partir de una olla a presión. Pero luego hay que contar con serpentines de refrigeración y artilugios un tanto laboriosos. También avisan sobre el peligro de explosión del engendro y de la posibilidad de obtener metanol en lugar de etanol en el proceso, debido a la dificultad de controlar la temperatura. El metanol provoca graves alteraciones en el cerebro, y ceguera, así que dejamos estos menesteres a gente con experiencia, ya que no nos interesa ponernos ciegos de esa manera.

La siguiente búsqueda es sobre la cerveza. En principio parece más sencillo: cebada fermentada. Pues...va a ser que no. Al menos por lo que explican, hay que hacer un montón de operaciones con el pobre grano: hacerlo germinar, tostarlo, triturarlo, fermentarlo, añadir azúcar, una segunda fermentación...y aquí paré de leer, demasiado complejo.

Pero pensé en la gente del norte y su sidrina: ¿cómo se haría? Empecé a leer...parece que la cosa no es tan complicada. De momento, seguimos recopilando información, y esta tarde explicamos cómo lo vamos a hacer. Por cierto, si hay algún norteño que se avenga a explicármelo, se lo agradeceré, que vale más la experiencia de un paisano que setenta páginas de Internet.

En la foto, las manzanas me ayudan en la búsqueda de la manera de hacer sidra.