miércoles, 17 de noviembre de 2010

LA PIEDRA DE MOLER





Esta es la piedra de moler que pretendo llevarme a mi casa. Está a una distancia de 500 metros de la era de nuestra finca. Lo malo es que está incrustada en el suelo, porque alguien la utilizó para hacer de asiento en una especie de mini-mesa para comer; estas mesas se encuentran aquí y allá dispersas por el monte: yo las llamo mesas de duende, porque son algo pequeñas, un poco incómodas si te quieres sentar. Además la piedra de moler pesa mucho, tal como está no se mueve ni una pulgada si la empujamos entre dos personas. La única solución que veo es llegar con el todoterreno, atarle una cuerda o una cadena, e intentar arrastrarla, pero tal vez se parta al intentarlo. Yo quiero traerla a casa sea como sea, tengo que conseguir moler una parte de mis aceitunas para hacer mi aceite.

2 comentarios:

adry dijo...

AVer si la llevais y mueles todo.
Pero como vas a hacer para utilizarla?

Robin dijo...

¡Je! Buena pregunta, se le tendría que ir empujando para que diera vueltas encima de las olivas en un sitio plano y que no fuera encima de la tierra, si no se puede formar un pastiche que pa qué...no sé, no sé...