martes, 30 de noviembre de 2010

RESTAURAR UNA VIEJA SILLA


Como las olivas están muy mojadas por la niebla, estamos esperando que se sequen un poco para recogerlas, no sea que cojan moho en los sacos. Así que voy a ponerme a arreglar una sillita-balancín que nos dieron Juan y Leti. Ellos la iban a tirar, y yo la rescaté para restaurarla.
Lo primero, hay que pasar un trapo para quitar el polvo y la suciedad. Luego, hay que retirar toda la madera que esté estropeada. Si hay agujeros de carcoma, hay que aplicar un insecticida dentro de los agujeritos.
Una vez saneada la silla, pasamos a la parte que más me gusta, que es pintar. En este caso la pintaré de azul, con una pintura al agua. Esta pintura me encanta, porque la encontramos tirada en el vertedero de la urbanización, así que es gratis. En las zonas urbanizadas la gente tiene mucha tendencia a tirar botes de pintura a medio acabar, o sea que un paseo cerca de contenedores de residuos puede hacernos ahorrar bastante dinero. Una vez seca la capa de pintura, dibujaré unos adornos en el respaldo. Un cojín del tamaño adecuado acabará de devolver a la silla esplendores pasados. Lo único es que debía ser para alguien de tamaño pequeño o para un niño o niña, porque es muy bajita. Pero para decoración queda preciosa.
Tal vez fuera la silla de un duende o de un hada...

2 comentarios:

leganycia dijo...

La has dejado como nueva, con los dibujos y el cojín va a quedar estupenda.
Por si acaso, sientate en ella y pide un deseo, no vaya a ser, por que como se dice en Galicia, "Yo no creo en meigas, pero habeilas hailas".

Machingo dijo...

Robin os a quedado como nueva la silla, abra que buscar otra por que haber quien la pilla primero para estar al lado del fuego. O el día que haga buena temperatura y solecito relajarse y respirar el aire puro.
Un saludo.