lunes, 6 de diciembre de 2010

OLIVOS MASONES


Seguimos con la recogida de olivas. Esta tarea tiene una ventaja: puedes poner el cuerpo en modo piloto automático e ir pensando con el cerebro libre.
Esta tarde, mientras estaba de esta guisa, utilizando la escalera restaurada, he oído por la radio (la cadena COPE) que en España estamos en la escabrosa situación actual de desnortamiento y ataque a la iglesia católica debido a un complot capitaneado por la masonería. ¡Ostras! Los masones...
Durante mucho tiempo he pensado en cómo debe ser pertenecer a una organización de este tipo. Creencias y esoterismos aparte, este tipo de hermandades ya existían en la Edad Media. Su origen son las agrupaciones o gremios de artesanos de diferentes oficios, que se reunieron para ponerse de acuerdo en diferentes aspectos relacionados con sus artes. Es bien conocido en el mundo natural que el trabajo en equipo y coordinado ofrece mejores resultados que el buscarse la vida individualmente: véase el mayor éxito de organizaciones animales como las manadas de lobos (hasta que mete las escopetas el ser humano, y la caga, como siempre). Lo que pasa que ya lo dijo Jesucristo en su tiempo: allí donde hayan más de dos reunidos en mi nombre, allí estaré yo entre ellos; vamos, venía a decir que si tres personas conseguían ponerse de acuerdo para hablar entre ellos de un mismo asunto sin sacarse los ojos mutuamente, sería un milagro, nunca mejor dicho.
El problema del asociacionismo consiste en vencer las individualidades para conseguir un efecto sinérgico. En fin, que los esfuerzos unidos den mejor resultado que la suma de cada esfuerzo individual. Hay un plus, una interacción positiva que libera energías adicionales. De hecho, estos planteamientos están desarrollados muy bien en la Ecología, donde se postula que cuanto más elementos forman un ecosistema, y más interrelaciones haya entre ellos, más difícil es que una perturbación externa lo desestabilice. Así es también en una relación entre seres humanos: cuantos más individuos hay interrelacionados, más pueden apoyarse unos a otros y amortiguar situaciones adversas.
Uno de los problemas del mundo actual es que la juventud ha sido llevada hacia un individualismo cada vez mayor. Por lo tanto, se impide la interrelación y el individuo es más vulnerable frente a situaciones como falta de trabajo, desavenencias en relaciones personales, inestabilidad social...Total, un cacao mental.
Habría que encontrar la manera de que gente autosuf pudiéramos coordinarnos y establecer algún tipo de interrelación. Vamos, organizar un gremio. Es difícil, porque ya lo dice la palabra, auto; además estamos esparcidos por este mundo de Dios geográficamente tan amplio, y por lo general nuestros vehículos no están para hacer grandes distancias. Los gremios artesanos nacieron en las incipientes ciudades medievales, donde te encontrabas con el prójimo en cada esquina.
Bueno, esta noche igual fundo una masonería propia con ritos de iniciación y todo, y nombro miembros a todos los gatos, los perros, las tres cabras y a mi marido. Y me nombro a mí misma Gran Maestre de grado 33 por el rito escocés. Hala. Naturalmente bajo la tutela SURR...EAL...ISTA de nuestro patrón, el divino Dalí.
Para entender en su plenitud la referencia a Salvador Dalí, ver la entrada La materia de los sueños.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Una de las más hermosas tradiciones europeas que aún pervive y goza de buenísima salud es la del "auf der walz"
Se trata de una tradición que se remonta al medievo y al gremio de carpinteros.
Si se viaja por carretera por Alemania (y también Austria) es muy común ver jóvenes caminando o haciendo auto-stop vestidos de una manera muy singular (pantalones y abrigo de pana ,chaleco con dos filas de hermosos y brillantes botones y sombrero de ala negro, camisa siempre blanca...con un bastón como el que sostienes en tus manos en la foto de la entrada:
Se trata de carpinteros de estructuras de casas(también ebanistas y albañiles) que han terminado su aprendizaje y pasan al periodo "auf der walz" en el que pretenden convertirse en maestros artesanos haciendo un juramento en el que se comprometen a adquirir experiencia durante VARIOS años mediante el trabajo eventual e itinerante a cambio exclusivo de techo y comida.
Es la manera de aprender sobre todos los asuntos de su trabajo y de la vida en el día a día.
Las condiciones son muy rígidas: no se puede deambular en un radio menor a los 50 km del pueblo del que procedan. (salvo casos excepcionales de muerte de abuelos, padres, o hermanos, no pueden regresar al sitio del que proceden hasta que se acaba el ciclo- normalmente dos años, a veces más-)
No se puede permanecer durante más tiempo del que precisen las reparaciones de la casa o granja que te empléa a cambio del techo y comida.
No pueden llevar más que su traje, su hatadillo al hombro con las herramientas y una muda.
El viaje se hace a pié (o en los ocasionales vehículos que les recogen en los caminos)...
...Al cabo de meses haciendo los más variados trabajos en reparaciones a lo largo y ancho del país, sobreviviendo de su oficio y sin posesiones, regresan a su ciudad en condición de maestros oficiales y pueden montar su propio taller.
Como algunos sabréis se remonta a los gremios medievales de fraternidad y son muy bien considerados por la población.
Si queréis ver los vistosos trajes sólo tenéis que buscar en google imágenes de AUF DER WELZ.
Salut
Joa

Robin dijo...

Vimos un reportaje en la televisión alemana, pero no entendíamos lo que pasaba, no sabemos alemán, por desgracia nuestra, mein klein. También hay tradiciones irlandesas, escocesas, en que los jóvenes deben irse de su casa para aprender. Es lo que ahora se llama Erasmus... En España no es conocido un rito de este tipo, y si lo había, ha desaparecido. Quizá en sus orígenes era algo así el Camino de Santiago...

Robin dijo...

El Camino de Santiago debía ser una via iniciática mucho antes de su cristianización. Y lo de las becas Erasmus, hay que reconocer que a la juventud española le da mucha pereza. En cambio, es fácil encontrar gente anglosajona que disfruta con estos desplazamientos de su hogar. Sobre todo los irlandeses. Aquí es como si nos dieran una patada en el estómago: salir de casa, ¡qué pereza...!

Anónimo dijo...

parecido, pero mucho más riguroso:
En el auf der walz, cuando acaban el bastante más cómodo aprendizaje "de taller", los chicos y chicas salen para enfrentarse por primera vez a los contratiempos que saben que van a surgir en el día a día de su oficio.
No están becados: tienen que saber sobrevivir y desenvolverse por sí mismos.
El que solicita sus servicios (a cambio de comida y techo) puedes ser tú, puede emplearlos en reparaciones más o menos complicadas, o darles faena como ayudantes en algo que hacen juntos.
Acaba el trabajo en la granja y se sigue camino.
No hay un plazo establecido, no tienen una asignación, y sobre todo, el Estado no tiene nada que ver.
Si están tan bien considerados por la población es precisamente porque todos saben que dependen de ellos mismos, que están lejos de los suyos y que sobreviven de los eventuales trabajos que van obteniendo.
Puedes ver fotos en google-imágenes buscando AUF DER WALZ.
---walz con "a", que ayer se me coló una "e"---
salutacions
Joa

Robin dijo...

¿Este uso está plenamente en vigor en la actualidad? Porque realmente me parece algo magnífico...

Anónimo dijo...

Si lo está.
Como también algunos se desplazan a lejanos países, a la gente les parece una tradición curiosa y los graban y cuelgan en la red.
Quizás más que de Alemania, donde es tan frecuente que no causa sorpresa.
En uno de ellos (en las islas Aran- oeste de Irlanda) uno de los chicos explica los significados de su traje- el sombrero del hombre libre, los ocho botones del chaleco por las ocho horas de jornada, los seis de la chaqueta por los seis días de la semana que trabajan...
Julia Daschner ha realizado un film-documental sobre la experiencia de un grupo de aprendices.
Creo que si lo buscas en youtube, puedes ver el trailer.

Por otro lado, el atuendo está bastante generalizado( sólo es traje de carpinteros de casas, ojo) en las zonas rurales.

No te parece una tradición admirable y una experiencia vital asombrosa poder pasar varios años deambulando y descubriendo las entrañas del oficio, como peregrino-trabajador sin rumbo
... en la tecnificada centro-Europa ?

Robin dijo...

Desde luego es que nos dejan conocer tan poco de los demás pueblos, que yo alucino. La tradición es hermosísima. Pero no tenía referencia de ella en lo más mínimo. La cultura alemana es la gran desconocida en este país. Hay más información, aunque no mucha, de las tradiciones de origen celta, y de hecho yo he leído algo sobre el "fosterage" irlandés. Incluso conocí una vez un joven irlandés, que se dedicaba a podar pinos tan ricamente. Al comentarle si era su oficio, nos dijo que no, que lo hacía para ganar dinero mientras rondaba por Europa, y que cuando el camino se lo determinara, volvería a Irlanda. Tenía encima una felicidad...el problema que tengo con internet es que la conexión aquí es muy lenta y no puedo cargar videos. Te agradeceré si me das referencias bibliográficas sobre el tema, que no estén en alemán, porque de momento sólo sabemos decir "Rufen sie jetz an, mein klein", "oh mein Got" y cosas que vemos escritas en los subtítulos de los canales centroeupeos que cogemos con el satélite Astra.

Anónimo dijo...

Puedes encontrar algo de información bibliográfica en la red buscando con la misma entrada en "páginas en español".
Una escueta pero detallada presentación en ACUPARI (asociación cultural peruano-alemana)
como los "caminantes del walz"
hay alguna otras páginas con los hablando de los orígenes en el siglo XII.
Te gustarán.
Salut
Joa

Anónimo dijo...

Estoy pensando que toda este epistolario viene al caso de la palabra HERMANDAD en la presentación del tema y de la foto con el BASTÓN retorcido.
Curioso,
curioso.
Joa

Robin dijo...

El problema de las Hermandades es RECONOCERSE mutuamente entre los miembros...