miércoles, 5 de enero de 2011

EL CIRCULO VIRTUOSO


Esta noche de Reyes me pido un círculo virtuoso. La primera vez que oí esta expresión la había pronunciado un miembro de la junta directiva recién escogida de Joan Laporta, en el Barça. El concepto es el siguiente: se trata de iniciar un proyecto escogiendo lo mejor de entre todos los elementos que precisamos. Es decir, tendemos desde el principio a la excelencia. Esto pone en marcha los mecanismos que permiten que, como empezamos con lo mejorcito, se tienda hacia lo perfecto. O sea, un proyecto de pijos.
Así cualquiera. Es la base de fundaciones como la que ahora va a patrocinar al mismo FC Barcelona, una academia con sede en Qatar donde va a estudiar la flor y nata de los niños árabes. Impresionantes instalaciones. Lujo total.
El círculo virtuoso, evidentemente, tiende a la perfección. Es un éxito seguro, a poco que se trabaje en él. Los ricos, cada vez más ricos.
Estos proyectos excelsos tienen un peligro. Y es que, si eres el jefe del proyecto, debes estar dispuesto a cortar cabezas: al mínimo atisbo de que un elemento del engranaje falla, ¡¡¡zaaaaasss!!!, hay que eliminarlo, sin duda alguna. Otro elemento más perfecto debe sustituirlo.
Esto es especialmente patente en grandes multinacionales, donde las cabezas ruedan como bolas de billar. Cuando yo trabajaba en una de ellas, un día que no veías a un compañero en una reunión semanal...cabeza cortada. Hala, a por otro. En los últimos tiempos, los compañeros desaparecidos eran sustituidos por impresionantes señoritas rubias y de ojos azules, con unos grandes senos. En fin, muy adecuadas para vender medicamentos en los hospitales...(éramos parte de la división comercial de una multinacional farmacéutica). No entiendo cómo las empresas juegan así con la vida de las personas. Encuentro más lógico lo siguiente: si se produce un error en la acción de un empleado, ¿por qué no buscar el motivo de ese error, y entre todo el equipo de trabajo aprender de esto y crecer en conjunto para que no vuelva a repetirse? Se consigue así un grupo de trabajo que va adquiriendo experiencia, con un mayor bagaje a medida que pasa el tiempo para afrontar situaciones problemáticas.
Y a todos vosotros, sabios lectores, os hago saber: estoy buscando la manera de iniciar un círculo virtuoso sin dinero. Porque muy virtuoso será, pero no vale la buena voluntad, ni las buenas intenciones: sólo vale el dinero. Al que posea este arcano conocimiento, decirle que posee la clave del universo. Se ruega compartir.
En la foto, billete de 3.000 euros incluído en la propaganda electoral de Joan Laporta para la Generalitat de Cataluña. El colega ha conseguido tener escaño en el Parlament. ¡UALA!

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