domingo, 16 de enero de 2011

LA SISQUELLA MOUNTAIN


Esta noche he oído en un programa de radio que en la Patagonia Argentina hay haciendas de hasta 100.000 (?) hectáreas, con miles de cabezas de ganado, especialmente ovejas. Aquí, como soy gili, alucino porque tenemos ¡¡¡una!!! con !!!150¡¡¡ olivos y ¡¡¡cuatro!!! cabras. Hacemos fotos y publireportajes cuando nace !!una¡¡¡ cabra...durante un tiempo, estuvimos pensando en irnos a algún país de Sudamérica. La zona de la Patagonia Argentina atrae por la inmensidad de su paisaje. Pero debe ser duro vivir allí. En la televisión española suelen pasar documentales idílicos, sobre paraísos lejanos y cercanos, pero en la tele alemana son menos soñadores, y vimos un documental sobre los esquiladores argentinos...tela marinera.
Además, aquí en Europa nos han alejado de tal manera de la naturaleza, que todo nos escandaliza. La gente rural no tendrá tanta tontería encima, pero la gente de ciudad no sé qué pensará sobre la manera de capar machos que tienen los gaúchos: por aquellas latitudes australes se capa a muela, o sea, que con los dientes, el señor gaúcho arranca las criadillas al animal.
Me dijeron una vez que tengo familia en Argentina. En los tiempos de la emigración en España, alguien se fue a aquellas tierras, y por lo visto montó un negocio de cereales. La memoria familiar es frágil, y nadie sabe darme más razón sobre el tema. Desde aquí, por si alguien lo lee, saludos a los Conesa de Argentina, y que aquí tienen a una gringa dispuesta a cultivar teocinte y a cuidar cabras; lo de capar a muela ya lo iríamos pensando.
A mí me hubiera gustado nacer en una hacienda; me gustaría que me llamaran doñita, con ese cariño enternecedor de la gente sudamericana. Que me llamaran de buena mañana: Doñita, esta noche nasieron 300 cabritos...y yo contestaría: ahorita mismo voy, que les pondré nombre a todos...Y me gustaría tener trabajando para mí a los dos chorvos de Brokeback Mountain, que aquí no les pondría yo pega ninguna si andaran retozando por los montes con su amor encima, con la sola condición de que cuando hablaran conmigo me obsequiaran con sus hermosas sonrisas y con sus ojos, de límpida y azul mirada anglosajona. ¡¡Ay, qué buena jefa se está perdiendo el mundo!!....

1 comentario:

anfiaro dijo...

jajaja pues desgraciadamente eso en españa no se consigue si buscas algo nos vamos pa sudamerica ejejjeje y alquilamos una hacienda jejeje