viernes, 7 de enero de 2011

LOA A LOS TRANSGENICOS

Esta mañana hemos estado hablando un ratillo con David, nuestro vecino de finca, sobre agricultura, plantas...y nos hemos reído un buen rato con los transgénicos. Él tiene un caballo, y aunque esta zona no es adecuada para plantar maíz, debido a la escasez de agua, siempre planta un trozo de huerto con esta planta, para dárselo al animalillo. Un año plantó maíz de una variedad que un amigo suyo le trajo de una zona del Pirineo. Las plantas, al crecer, sufrieron los ataques típicos de gusanitos varios, y la cosecha fue normalilla. Otro año, compró unas semillas de maíz de Monsanto...
Quedó maravillado. Las plantas, exuberantes cual palmeras datileras, tenían unas hojas que brillaban como luceros del alba. Ningún insecto ni plaga osó acercárseles, y mucho menos atacarlas. Las mazorcas lucían grandes como jamones serranos, enhiestas sobre los troncos, gruesos como los de las bananeras.
Eso sí...cada año tienes que comprar la semilla. Si no, si intentas plantar las semillas que obtienes, pasa como con mis monstruitos...murieron con apenas 10 cm de altura.
La conclusión final de David es: no me extraña que la gente que se dedique al cultivo del maíz plante eso: da unas cosechas espectaculares.
Bueno. Nos ha dado un ataque de risa a los tres.

2 comentarios:

anfiaro dijo...

yo no te voy a decir que este en contra de los transgenicos pues yo para mantenerme en la agricultura necesito ser productivo y eso implica lo que implica pues con estos productos es la unica forma de ser asi lo que pasa que los semilleros que nos venden estas semillas son extranjeros el 99 % yo he estado de practicas con esta gente y al final son los alemanes y franceses quien se lleva la pasta tanto en eso como en productos fitosanitarios y biologicos e ai el problema que yo veo que no haya una empresa nacional para competir con esta gente

Robin dijo...

Pues no será porque no se gastan pasta en investigación; cuando hace años estuve trabajando con una beca en el CSIC, había unas extensiones de invernaderos, todos llenos de maíz, porque estaban haciendo experimentos. Y luego, a la hora de la verdad, la investigación en este país no sale adelante a nivel de productos en el mercado. En Lleida, el año pasado igual: está la Universidad llena de invernaderos con maíz dentro. ¿Y luego?