María José me dice que tiene problemas en sus manos, de tanto trabajar. Cuando nuestro cuerpo sufre al estar sometido a esfuerzos excesivos, nada hay que podamos hacer, salvo reposar e intentar arreglar lo estropeado, pero en el mundo laboral de hoy en día, eso es imposible: si no rindes a tope cada día, ¡que pase el siguiente! Pero podemos buscar alivios que nos ayuden a soportar los dolores.
Os comenté una vez que con el alcohol de romero se pueden aliviar y curar dolencias como esguinces, dolores musculares, dolores reumáticos...pero en invierno la verdad es que no apetece mucho echarse un chorrito de alcohol, que siempre está frío, encima del lugar dolorido: hasta parece que el dolor se incrementa. Pues en tiempos fríos conviene hacer cataplasmas de arcilla: estas cataplasmas unen el efecto terapéutico de las propiedades minerales de la arcilla, y el alivio que proporciona el calorcito aplicado sobre la zona dolorida. Para hacerlas, en mi caso no tengo problema, ya que la tierra que me rodea es muy arcillosa: sólo hay que mezclarla con agua. Eso sí, el agua que esté caliente, porque así conseguimos poder aplicarla sobre la zona casi al momento. También se puede colocar sobre un apósito o trapo caliente, calentarla un poco más en el horno, y luego aplicarla. Es bueno cambiarla al cabo de unas horas, cuando veáis que la arcilla se ha resquebrajado y el agua con los minerales disueltos ha sido absorbida por vuestra piel. En dolores articulares va muy, muy bien.
Os comenté una vez que con el alcohol de romero se pueden aliviar y curar dolencias como esguinces, dolores musculares, dolores reumáticos...pero en invierno la verdad es que no apetece mucho echarse un chorrito de alcohol, que siempre está frío, encima del lugar dolorido: hasta parece que el dolor se incrementa. Pues en tiempos fríos conviene hacer cataplasmas de arcilla: estas cataplasmas unen el efecto terapéutico de las propiedades minerales de la arcilla, y el alivio que proporciona el calorcito aplicado sobre la zona dolorida. Para hacerlas, en mi caso no tengo problema, ya que la tierra que me rodea es muy arcillosa: sólo hay que mezclarla con agua. Eso sí, el agua que esté caliente, porque así conseguimos poder aplicarla sobre la zona casi al momento. También se puede colocar sobre un apósito o trapo caliente, calentarla un poco más en el horno, y luego aplicarla. Es bueno cambiarla al cabo de unas horas, cuando veáis que la arcilla se ha resquebrajado y el agua con los minerales disueltos ha sido absorbida por vuestra piel. En dolores articulares va muy, muy bien.
La arcilla tiene muchas más propiedades terapéuticas. Iremos hablando de ellas.
1 comentario:
anoche pase una noche gue nose la deseo ni ami peor enemigo los dolores me estaban bolviendo loca en mis piernas estaban rijidas las condenadas y frias frias el problemague no me podia cobijar porgue los calores los tengo a mil por hora me tuve gue drogar con pastillas no mas gue venga el calor boytratar de buscar arcilla pos estos lares para acerme unas cataplasmas saludos robin y gue esten bien
Publicar un comentario