jueves, 14 de abril de 2011

CORTAVIENTOS PARA EL HUERTO




Estoy hasta las narices del vientecito de noroeste que sopla en este alto tan a menudo. Yo mira, me meto dentro de la casa de madera y me pongo a leer tan ricamente, pero las plantas del huerto ya salen en manifestación fuera de la tierra con pancartas para reclamar medidas urgentes anti-viento. Así que hemos pensado: ¿qué tenemos por aquí que sirva como cortavientos? Pues las borrasses recoge-olivas del invierno. En lugar de dormir el sueño de los justos hasta la próxima campaña olivarera, van a salir a cumplir una noble misión: puestas alrededor del perímetro del huerto, deben proteger a nuestras hortalizas de semejante peñazo meteorológico. Servirán además para evitar los intentos de las gallinas de ver qué hay más allá de la valla de ramas de pino que hemos construído.

Porque...ya hemos plantado las tomateras. Basta ya de esperar a que el tiempo cometa alguna fechoría: esperar hasta mediados de mayo para evitar sustos me parece demasiado. Tomates morados, rosa de Mura, negros de Crimea, de colgar...ya están en su puesto. Y los calabacines, los bubangos, las calabazas de agua...también. Encomendémos a alguna deidad benefactora.

5 comentarios:

i dijo...

Es una magnífica idea.
El "vent de dalt", cuesta acostumbrarse a el. Sobre todo si nunca lo has conocido. A mi me encanta, me siento mas libre cuando sopla, pero es duro, lo reconozco.
En las montañas del litoral de Chile utilizan un método parecido, mallas, pera recoger el agua de las nieblas, muy abundantes en el terreno. A lo mejor, aunque ahora no es época de muchas, notáis cierta humedad debajo de "les borrasses". Allí ponen medios tubos para recogerla y abastecer así a pueblos pequeños de agua, y de calidad. Evidentemente son otras condiciones y las longitudes de las "mallas atrapanubes" mucho mas extensas. En fin, todo sea por el agua. Que, no lo dudemos, puede ser cara de obtener. Yo la tengo de un pozo comunitario, y, como pasan los recibos por el ACA, el precio ha ido aumentando año tras año. De ahí el gota a gota, invento Israelí de los 60-70, como leía entonces en el "Scientific American", la única revista, por la que tenia que "luchar" por obtener, en el estanco, solo llegaba un ejemplar.

Robin dijo...

Anda que el país tiene un ansia de cultura...un ejemplar sólo...tela. Pues sí, aquí vamos a pasar olímpicamente de contratar el agua. La gente se extraña de nuestra reticencia (pero ¿aún no habéis puesto el agua?) ¡Pues no! No pensamos pagar 4.000 euros como les han cobrado a Juan y Leti por llevar el agua a su finca. NO me da la gana de que me desplumen así.

anfiaro dijo...

si los utilizas para eso debido al sol se te pasaran y no te serviran para el año que viene yo lo que utilizo es cañabera normal y corriente

Robin dijo...

Pues tienes razón...luego quedan como papel de lija. Y nuevas valen un cojoncillo y parte del otro: las medianas, en Móra cuestan 60 leuracos, y las grandes, 75...Habrá que buscar alternativas.

i dijo...

A mi me cobraron 250000 pesetas en los 90.
Cuanto cuesta hacerte un pozo propio?
El agua es cada vez más cara. Ojala encontréis un método más fácil, pero el esfuerzo va a ser equivalente.
Ya que hay acuíferos y acuíferos.
Es un lujo, si señor. Pero la autosuficiencia también lo tiene, empezando por comprar la tierra, habitarla y gozar de una mínima calidad de vida.
No pienso si tuvieseis hijos.
Con ello no menosprecio vuestra actitud y siempre intento daros consejos útiles. Uno de ellos seria aprovechar un pozo de los circundantes y pedir permiso de uso con contador, ya que a menos uso menos pago.
La alternativa siempre sera la misma, gran cisterna, o balsa, y extensa captación de aguas pluviales.
Que también cuesta en materiales e infraestructura.
Huertos y jardines cuestan lo suyo si quieres obtener una mínima producción.
Y trabajo. Mucho quizás para una hernia.
No desanimaros, tenéis tiempo y los dos sois capaces de producir beneficios en trabajos sociales con la peña de la tribu de la Palma y alrededores.
La autosuficiencia total no deja de ser utopía cuando las condiciones son extremas. Hay que ir poco a poco.