lunes, 12 de septiembre de 2011

EL AZAR

El otro día, hablando de pruebas diagnósticas en el curso de Asistencia Domiciliaria, el profesor abordó un tema que a mí siempre me ha dado qué pensar, ya lo sabéis: el azar. ¿Hasta qué punto influye en la medicina?
Y sí, reconoce que existe un componente azaroso en el diagnóstico de las enfermedades: falsos negativos, falsos positivos, tal vez cortes de resonancias magnéticas o de TAC que no detectan una lesión...
Azar. Siempre el azar. Puede afectar a nuestras vidas más de lo que pensamos. Siempre aparece un componente probabilístico.
De hecho, últimamente los psicólogos, delante de la época de incertidumbre que se abre ya sin remedio en las sociedades del (hasta ahora) bienestar, están insistiendo en que las personas no debemos olvidar que somos mortales, y por lo tanto debemos relativizar el sufrimiento: hay que tomarse la vida, en cierta forma, como un juego...es la antigua, la arcana enseñanza de los trovadores: al no querer nada, estar abierto a todo y disfrutar del mundo como un niño que juega, se alcanza el estado en que todo se abre, se ofrece, por el simple placer de existir: es el espacio que los trovadores llaman joi (disfrute).

Y tenían razón.

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