martes, 20 de septiembre de 2011

PERDIDOS

Después de un día como el de ayer, lleno de referencias vampíricas, nada mejor que acabar con una noche adecuada a las circunstancias...
Me encuentro sola en mi mansión, cuando de repente, oigo el ruido de un motor. Estaba leyendo un libro sobre historia antigua, alumbrándome con una velilla, porque ahora anochece ya muy pronto...

Será él, que vuelve de comprar unas viandas del pueblo...

Pero no. Los perros salen disparados hacia el portón. Y suena un claxon...desconocido.

Mierda.

Salgo a la penumbra, en medio del famoso ventet dels collons, que me revuelve el pelo y me da el aspecto fiero de una loca...

Y me encuentro un coche desconocido. Uy, visitantes...sangre fresca...tal vez...

Las criaturas estaban espantadas. Una pareja que había ido a buscar unas cuevas de la zona...y llevaban una hora dando vueltas, perdidos entre los montes...habían perdido el líquido de la dirección asistida al rozar los bajos con una piedra...y ya desorientados por completo, habían visto la silueta de mi castillín...

-Bienvenidos, pequeños...¿os apetece una copa de vino? Aceptad la humilde hospitalidad de mi morada...

Y cuando ya los tenía medio hipnotizados, por el camino llega mi maridín, y el vampírico encanto se deshace...

Pobrecillos, les hemos tenido que acompañar un trozo del camino, para que no se extraviaran nuevamente...

Lástima, reitero...

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