miércoles, 12 de octubre de 2011

EL ENCANTO DE LA LUNA

Nunca he visto una luna tan hermosa como la que se ve desde este lugar. Enorme y plata, da una luz magnífica. Cuando sale por el horizonte, se posa un momento sobre nuestras casitas. Es un momento tan especial...
La luna. A veces, cuando hay luna llena me cuesta dormir. Parece que me llama. Y además sonrie.
Es muy divertida la luna. Te acompaña en excursiones nocturnas, saltando tapias de cementerios, entrando en jardines ocultos...es cómplice de amantes, de besos prohibidos.
La luna a veces se me mete en la sangre.
Y entonces algo sale de dentro de mí, y vuela, y sueña y busca y conoce.
Soy...la luna.
-Jopelines, Robin, estás...¿incalificable?.

-Ay Xènius, el otoño me subyuga. Rezumo sensualidad por todo mi ser.

-Ten cuidado no rezumes mucho, a ver si te deshaces, guapita...¿no será la madurez, que te tiene encendidita perdida?

-¿No será que te voy a mandar a freir espárragos, Xènius querido? ¿Qué pasa, que no puede una mujer en la plenitud de su vida estar exultante?

-¡Ahhhhhhhhhh! Ya sé lo que es...estás leyendo libros de Terenci Moix...con eso me lo dices todo.

-El amargo don de la belleza...quien la tuviera, Xènius, para llegar al alma de los hombres como lo hacía Nefertiti...Nefer-Titi, la belleza ha venido...

-O llueve ya, o esta se evapora...

1 comentario:

Paco dijo...

Yo siempre digo que el campo me pone como... La sensualidad que transmite la naturaleza y las noches calidas o las duermevelas cargándose de energía sobre alguna lancha calentita por el sol del día son experiencias únicas... Dan ganas de despelotarse y quitarte todo lo que te roza y te oprime. La luna parece algunos días estar mas cerca, plena, compañera. Salud.