Sin duda alguna, al menos para nosotros, el punto más débil de una experiencia de autosuficiencia en su aspecto material es el vehículo. A no ser que sea relativamente nuevo, un coche es fuente de todo tipo de gastos y contratiempos.
Parte de esto se subsana sin duda alguna si uno de los componentes del equipo es mecánico o si tiene suficientes herramientas y conocimientos para hacer reparaciones. Por estos caminos y pedregales, las suspensiones, los frenos, los bajos, todo queda hecho unos zorros con bastante rapidez.
También es verdad que nuestra Tanqueta de Leganitos es muy veterana. La compramos de segunda mano en buen estado, pero ya le habían dado trotecillo, porque era de una pareja montañera. Y luego nosotros...pues eso.
Este coche ha servido de habitación de hotel en excursiones por el Pirineo, ha sacado otros vehículos de apuros arrastrando, ha caminado por la nieve, y se ha portado siempre como un jabato. Pero los años no pasan en balde, y se necesita dinero para los recambios, mantenimiento...en fin, el talón de Aquiles de la autosuficiencia.
Hasta que consigamos tracción animal...
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