domingo, 1 de enero de 2012

DIAS DE TRABAJO

Estos días de tanto frío hay que trabajar: es esencial cortar leña. Aquí mi hombre, que aunque víctima de su pernicioso resfriado, no pierde fuerzas, está dando cuenta con la motosierra de un pino seco que el temporal de la pasada semana echó a tierra. Esos troncos, luego partidos por la mitad con el hacha, son el alma de nuestras casitas en invierno: la temperatura exterior, bajo cero de madrugada, se transforma en nuestras casas en una templada calidez gracias a la combustión de este ser que en otro tiempo estuvo vivo. Le agradecemos que una vez haya sido. Ahora nos ayuda a ser a nosotros.
Dos estufas hay que alimentar: la de la casita de piedra, encendida de día para todos, y de noche para que los gatos no tengan frío; y la casita de madera. Durante el día, no hace falta encender la estufa en esta última: el sol la calienta lo suficiente para alcanzar unos 15 grados. A partir del ocaso sí: entonces, el fuego da calidez a la casita-invernadero que acoge a nuestras tropicales amigas vegetales, y que es también nuestro dormitorio, y el de los perros.

1 comentario:

Robin dijo...

¡Muchachitos, buenos días, a despertarse ya, trasnochadores, que Bonamichi nos saluda con su canto!
Hoy el día ha amanecido de color salmón. ¡A levantarse! Empieza una nueva fase de esta aventura: ¿el último año maya? Ya ya...no caerá esa breva...