sábado, 21 de enero de 2012

HUMEDALES

Carrizos. Una gramínea. Nunca tuve buena mano para clasificarlas: son difíciles, con sus espigas complejas y multiformes. Pero los carrizos me gustan: son plumeros alegres, vivaces, que señalan que el agua no anda lejos. Aquí, cerca de la balsa de riego, junto a las vincapervincas, me han atrapado en una maraña primordial. Mira nuestro prado...ven, camina entre nosotros.
La más leve brisa los mueve, saludando.
No son malos, son traviesos: hay que ir con cuidado para no meterse en un fangoso charco. Ven, ven...pero ocultan los senderos. Meterse en un carrizal es dejarse llevar, confiada, por un laberinto sin paredes, donde el único camino lo haces tú con tus pasos. No te aseguran la salida, ni dónde llegarás. Son parte del misterio primordial. Déjate llevar...

5 comentarios:

i dijo...

Como la vida misma!
;-)
Agua y "carrizos"

Robin dijo...

Tengo que reconocer que, como buena charnegueta que soy, no sé el nombre de estas plantas en catalán. Casi siempre me vienen las palabras en castellano, la lengua "matenna". No sé cómo llamáis por estas tierras a los traviesos plumerillos...

i dijo...

Plumeros!

i dijo...

Ahora en serio.
Senills.

Robin dijo...

Qué bonita palabra...senills...muchas eses, como el movimiento ondulante que les da el viento. ¿O son ellos los que mueven al viento?