martes, 7 de febrero de 2012

LA SISQUELLA, REFUGIO DE PAJAROS

Ante el paisaje blanco de escarcha y poco acogedor para la pequeña fauna, hemos conseguido algo que nos gusta especialmente: el colocar las ramas de protección alrededor del jardincito ha creado un nuevo hábitat para los pájaros. Se posan entre el ramaje, y se están haciendo muy amigos nuestros. Las lavanderas principalmente, pero también los petirrojos, usan los escondites así construídos para esperar el momento oportuno y comer las miguitas que caen al suelo cuando repartimos trozos de pan seco entre las cabras y los perros. Supongo que aprovecharán también para comer alguna larva que cobijen estos restos vegetales...¿tal vez de barrenillos?
El crear setos es una gran cosa, que deberíamos tener muy en cuenta. El aumento de la población de pequeñas aves es muy interesante. Rondan por el jardín, por el porche, por el corral. Y cada vez tienen más desparpajo: se hacen amigas nuestras. El próximo reto es crear setos vivos. Hay que encontrar las especies adecuadas. Las frambuesas no sobreviven a solana, ni los arándanos. Seguramente sí el autóctono espino negro. Y los enebros...pero no resisten el transplante. Lo hemos comprobado: no mueren de inmediato, pero sucumben al año. Esquejar es la solución.

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