martes, 27 de marzo de 2012

¡PARA COMERSELOS!

A besos, naturalmente. Ahora, los gatitos se dedican a cambiar de madre: se van los hijos de Titi con su abuela Aina, porque ya pueden caminar un poquito. Aina los recibe encantada: de hecho, en la anterior camada, Aina se dedicó a amamantar a los bebés de Titi, porque ella, más jovencilla, se iba a pasear a menudo. También los hijos de Aina se iban a veces con Titi, en un batiburrillo de barriguitas, patas y búsqueda de tetillas libres. Si te sientas un ratito a su lado, los vas cogiendo, les das besos, les rascas la barriguita (es lo que más les gusta)...no queda más remedio que mirar, tocar, besar y reir.

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