viernes, 25 de mayo de 2012

SWEET SURRENDER (DETALLES AUTOSUFICIENTES)

En las labores agrícolas participamos todos, hombres y mujeres. Pero hay que reconocer que los hombres, debido a su mayor fuerza física -en general- se emplean más a fondo. Las mujeres solemos regular mejor nuestros esfuerzos, de manera que conseguimos no llegar a la extenuación: esfuerzo más regulado y más prolongado. Los hombres suelen ser más explosivos, se entregan en una tarea hasta agotarse.
Es importante el detalle. Importantísimo. Puede ser la diferencia entre el bienestar y el, simplemente, ir pasando.
Cuando mi hombre vuelve de trabajar en otras fincas para otras personas, viene cansado, sudoroso. Una ducha lo revitalizará. Pero yo lo estoy esperando, con detalles.
Primero, el saludo. Una sonrisa, un beso: estoy contenta de que esté aquí.
Luego, un refresco: no tenemos nevera, pero el agua siempre está fresquita a la sombra. Y un platito con unas olivas aliñadas, y unos trocitos de pan con aceite de La Sisquella.
Una caricia.
No lo olvidéis nunca. Es la diferencia.
En estos dos años en que estamos llevando a cabo esta experiencia, os aseguro que nos hemos conocido más profundamente que en los catorce años anteriores. Compartimos absolutamente todo. No puedo por más que manifestar que un hombre se muestra en todo su esplendor cuando puede desarrollar todas sus potencialidades. Y es entonces cuando los hombres brillan como dioses.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jeje, justo este mes rondaba por ahi unas imagenes de uns panfletos de los años 60 que decian cosas como "cuando tu marido llgue de trabajar recibele con una sonrisa, tomate 5 minutos antes de que llegue para estar fresca, no le aturrulles con problemas dela casa nada mas llegar, ten algo de comida lista para el" y la peña en un alarde feminismo malentendido poniendo a parir esas recomendaciones.... y son lo mas normal del mundo y una muestra de respeto por su trabajo y de cariño hacia el!!!

tu y yo va a resultar que somos unas antiguas pero somos mas felices y nuestros respectivos tambien :)

Robin dijo...

No es cuestión de antigüedad, es cuestión de sentido común.
Cuando yo trabajaba de comercial y él estaba en casa, me recibía con la misma delicadeza y cortesía...no es rol social, es consideración, benvolença que se dice en catalán, y es que para esta palabra no acabo de encontrar traducción en castellano que exprese el concepto: es como una entrega deliciosa que revierte en nosotros nuevamente.