viernes, 8 de junio de 2012

EL BUEN PASTOR

Es curioso que, en algunos momentos importantes de mi vida, siempre que he buscado un lugar donde refugiarme he estado al lado de...una iglesia cristiana. Curioso, curioso. Claro, muchas personas pensarán: es que no hay más templos de otras religiones, es pues blanco y en vasija que sea un templo cristiano.
No me refiero a eso: sino que en el momento en que me he encontrado necesitada de un lugar, EL LUGAR, estaba al lado de la iglesia.
Entrar en un templo, sin nadie dentro, es un privilegio. La arquitectura recoge el espacio haciendo que el tiempo se detenga en él. La mirada se dirige invariablemente al sagrario: el oro brilla, en el fondo, enfrente, como un punto que recoge la mirada que busca en otro lugar el consuelo para éste. Espacio-tiempo detenido, en un momento sagrado. Lo que es, lo que fue, lo que será, se sincretizan en ese momento justo. El sonido rebota en las paredes, en la cúpula: resuena el más mínimo rumor como si proviniera del fondo de los tiempos. Sensaciones hechas mística.
Refugio, consuelo, paz. Paz es la palabra. Podría estar uno sentado horas, y horas, sintiendo rebotar en las columnas interiores el sonido del revoloteo de las palomas.

El Señor es mi pastor;
nada me falta. Que se lo digan a Peque.
En verdes praderas me hace descansar,
a las aguas tranquilas me conduce,
me da nuevas fuerzas
y me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su nombre. No será en La Sisquella...



Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno,
porque tú, Señor, estás conmigo;
tu vara y tu bastón me inspiran confianza. Tampoco es cuestión de liarse a varazos...



Me has preparado un banquete
ante los ojos de mis enemigos;
has vertido perfume en mi cabeza,
y has llenado mi copa a rebosar. Cuidadín ahí, que el vino ya sabes que no me sienta bien...


Tu bondad y tu amor me acompañan
a lo largo de mis días,
y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. ¿Cesión o venta?


Yo me meto a monja, pero fijo. Lo siento por el Pepe: hijo mío...ahí te quedas..

17 comentarios:

Anónimo dijo...

El salmo 23 también es mi favorito. Aunque lo lean en los funerales o cuando hay alguna que otra desgracia.

Y también mi espíritu encuentra paz cuando entro en una iglesia, espacio sagrado.

Dice el cristianismo que las "semillas de la verdad" se encuentran en todas las religiones, y por tanto, en todos sus templos. Los cristianos, eso sí, tenemos más suerte, contamos con la plenitud, con los medios, con los canales más fáciles para una completa comunión con Dios. Aunque incluso en verdes praderas, podemos descansar en Él.

Robin dijo...

Tengo mi biblia al lado. Es bellísimo ese libro. Realmente tiene algo: lo abres al azar, y siempre encuentras una referencia. Definitivamente, me parece que he encontrado la respuesta.

Robin dijo...

Ayer bajé al pueblo, por la mañana. Me llamó un amigo, una persona especialísima. Sus palabras me impresionaron buqué refugio, y la iglesia estaba abierta. Allí estaba Él, el Cristo yacente: si a Él le hicieron todo eso, esa lanzada en el costado, siendo notorio que curaba, que resucitaba, que era Vida, cuánto no podemos esperar los humanos que nos hagan a nosotros...es la historia de la vida, es el relato de la Humanidad, desgarrado, real. El hombre es un lobo para el hombre; pero quien crea en Él, será salvo. Su reino no es de este mundo.

Anónimo dijo...

La fe, libre e incondicionada, existencial y personal, como decía el caballero del Séptimo Sello (Ingmar Bergman, 1957) "es un grave sufrimiento. Es como amar a alguien que está fuera, en las tinieblas, y que no se presenta por mucho que se la llame".

Yo no entendería mi vida sin la fe, la llena de sentido por completo. Unamuno también decía "Si después de esta vida nos espera la nada, entonces vivamos de forma que esta vida sea la mayor de las injusticias"

Seguro que Josep Blasco, tu párroco, tiene charla amena para rato sobre lo maravilloso que es el don gratuito de esta vida y la que nos espera. Vale la pena vivir, Robin.

Robin dijo...

Tuve el enorme placer de conocerlo el día en que la Coral cantó por su aniversario. Desprende tal halo de carisma...le pregunté sobre la vocación religiosa; yo, si no hubiese conocido a Josep, hubiera sido monjita. Esa vida siempre me ha llamado; creo que es el camino que debí escoger.
Ahora no puedo dejar a Josep. Pero cada vez veo más claro que hubiera sido feliz siendo miembro de una congregación religiosa.
Íbamos muy a menudo a Montserrat, estaba cerca de casa. La sensación que desprende ese lugar bendito es inefable. Y ahí me dí cuenta de que el verdadero sentido de mi vida hubiera sido pleno si hubiera tomado esa opción.
Vaya, me estás haciendo decir cosas muy personales y profundas.
Voy a ver si puedo tener una conversación con el párroco. Una vez se lo pregunté a un sacerdote si el Mal tenía existencia propia, y sin ninguna vacilación me dijo que sin duda alguna. Ahora, después de las últimas experiencias, pienso que sí la tiene. Pero dentro de mí crece la semilla no de la venganza, sino de la concordia. Tal vez no sea posible, pero el Mal no lleva a nada. A nada. Tal vez esas actitudes hostiles de las personas respondan a alteraciones psíquicas que serían tratables médicamente y reconducidas hacia unos hábitos saludables de convivencia.
Sin embargo, a veces...a veces dan ganas de dejarse ir, de verdad. Que Él nos acoja en su seno. Pero ya sé que Él no quiere eso.
Pero cuesta...

Anónimo dijo...

Un día de estos tenía pensado dejar por unas horas los aires del sur para visitar a tu carismático presbítero. Igual podemos juntarnos y todo.

¿Que si el mal tiene existencia propia? Te recomiendo que leas este excepcional artículo de uno de los mejores teólogos de España: http://www.alfayomega.es/alfayome/menu/pasados/revistas/2001/jun2001/num266/enport/enport01.htm

Gracias por deslizar tus profundos e íntimos sentimientos en este espacio que ni es real ni tampoco irreal. No caen en saco roto.

Robin dijo...

Es the twilight zone.
Es curioso que en estos tiempos de zozobra en que tanta gente piensa solo en el dinero, dinero, dinero, a todas horas...nosotros estemos hablando de espiritualidad.
Y una cosa te diré: de todas las opciones que se me han planteado hasta ahora, de todas las corrientes de pensamiento, prácticas místicas, religiones...la única que ha aparecido en el momento en que lo he necesitado ha sido el cristianismo. Ahí está para el que quiera verlo. Todo lo demás, o ruido o silencio.
No estoy contenta, no soy feliz ahora...pero una semillita se abre en mi extrasistólico corazoncillo.

Robin dijo...

¿No cree que ha habido una cierta relajación espiritual que hace que se predique poco sobre la lucha espiritual contra el mal?

Exacto. Pero no hay ninguna vida de un santo, absolutamente ninguna (podríamos citar a santa Teresa, a san Juan María Vianney…) en que no haya habido una lucha personal contra el demonio. Y esto, en la vida espiritual de una persona cristiana, aunque no tenga visiones del demonio, hay un combate espiritual contra el Maligno, como lo tuvo Cristo desde el principio.

Del artículo que citas. Impresionante.

Anónimo dijo...

Ciertamente impresionante.

Si quieres bibliografía interesante sobre el problema del mal te puedo aconsejar los siguientes libros:

Dios y el sufrimiento humano - José Antonio Galindo Rodrigo
Y Dios permite el mal - Jacques Maritain
El diablo - Giovanni Papini
Repensar el mal - Andrés Torres Queiruga
El Mal - Francesc Torralba
El demonio ¿realidad o mito? _ José Antonio Sayés
El problema del dolor - C.S. Lewis
Una pena en observación - C.S. Lewis
Los lirios del campo y las aves del cielo - Soren Kierkegaard

Yo los estoy utilizando para una tesis de final de carrera y son excepcionales. Saludos.

Robin dijo...

Voy a ver si puedo encontrarlos en edición impresa de papel de toda la vida, que yo soy a la antigua usanza y me gusta oler y tocar los libros...y tengo ya que renovar biblioteca, que estoy leyendo ya por séptima vez toooooodos los libros que tengo...igual me hago un regalito para este mes que ha empezado. Gracias.

Anónimo dijo...

Todos están disponibles en papel. De hecho, es como yo los tengo. :)

De nada.

Robin dijo...

Pues me compraré uno de ellos, así de a poquito haré una biblioteca sobre el tema.
Esta tarde estoy re-re-releyendo la Historia de Montserrat, mañana pongo una entrada con la foto del libro. Me salto el capítulo de la guerra del francés y los años siguientes, que dan verdadero pánico...

Anónimo dijo...

Bueno eso de releer libros a veces está bien. Yo en casa tengo catalogados 750 (y sigo comprando) y algunos me gusta releerlos de vez en cuando, volver a disfrutarlos. De la historia de Montserrat también tengo uno, de Anselm Maria Albareda, que es muy interesante. Y de la editorial del monasterio (PAMSA) tengo una docenita que son de lo mejor. Te recomiendo a Teodor Suau.

Robin dijo...

¡¡¡Ahhhh!!!Pues tenemos el mismo. Història de Montserrat.
Oh...qué rabia me da...cuando vivíamos en la urbanizacion, una vez al mes o a veces dos ibamos al monasterio...y la tienda de los libros...yo me pasaba un buen rato ojeando...lo que pasa que no sabes por dónde empezar; si te hubiera conocido antes, me podrías haber aconsejado sobre las lecturas.
En el colegio donde fui de pequeña, La Divina Pastora -luego Josep Tous- hay que reoonocer que no insistían especialmente en el tema religioso. Con mesura y comedimiento introducían en la lectura de los evangelios. Pero claro, como la enseñanza acababa en octavo de EGB...no se progresaba más allá en teología o en otros aspectos.

Robin dijo...

Por cierto, 750 volúmenes...el Paraíso...

Anónimo dijo...

¿Pero después no fuiste a secundaria? Si es así, nadie lo diría.

Recomendar libros es, a veces, un tema delicado por mera cuestión de temática y género. Conozco a mucha gente que no sale de un área en particular (novela policíaca, o romántica, o de autoayuda, o lo que sea) y no le interesa nada más. También es moda hoy en día leer el best-seller de turno, víctimas del marketing. Cierto es que algunos han criticado que en mi biblioteca abunda el ensayo, filosofía, teología, historia, espiritualidad... y es verdad, aunque no es menos cierto que puedes encontrar de todo, narrativa clásica y contemporánea, poesía, arte, ciencia, viajes, cocina, animales...

Y voy a decirte algo, estoy completamente de acuerdo contigo, disfruto leyendo libro en mano, tocarlo, palparlo, recrearme en los detalles de la edición, de su impresión, incluso efectivamente de ese aroma a viejo que tienen algunos... el libro electrónico es el invento más aséptico, frío e impersonal de los últimos tiempos.

Robin dijo...

En secundaria, si optas por ciencias, se acabó todo. Ya no hay lecturas interesantes: los clásicos están abandonados. Se centra todo en-obviamente-la ciencia. Lo demás, no es especialmente cultivado.
Si te digo que mi lectura de los clásicos se reduce a Platón...ni siquiera Homero...qué, ¿cómo se te queda el cuerpo? Ni el Quijote...y ese sí que es curioso, porque casi todo el mundo lo toma por libro de gran seriedad y adustez, cuando en realidad está escrito en plan cachondeo total. Y la gente haciendo dramas con él...
Si nadie te recomienda lecturas interesantes, empieza el navegar por el mundo de lo escrito, a tu libre albur.
La teología no me ha atraído especialmente nunca, y la filosofía la considero libre interpretación personal del mundo, y por lo tanto, en raras ocasiones comparto las opiniones del que escribe. Abundan además las malas traducciones, especialmente del alemán. Algunas son totalmente opacas.
A mí me fatiga leer en pantalla de ordenador. Tengo los ojos algo delicados, y a los diez minutos se me ponen rojos como tomates. O libro o pergamino (no tanto...)