lunes, 4 de febrero de 2013

EL BROQUIL - O COLIFLOR- DIVINO

Aquí la coliflor verdosa...o bróquil blanquecino, no sé. La cuestión es que, como ya os dije, es, junto a la col, uno de los protagonistas de los huertos invernales, aunque su crecimiento es lento...lento. Desesperante un poco, la verdad.
No importa. Nos consuela a la par que nos alegra comprobar cómo el crecimiento de esta crucífera sigue una ley muy hermosa; la siguen otros vegetales en procesos como la formación de las pipas del girasol, así como muchos fenómenos naturales: el patrón de crecimiento sigue la secuencia Fibonacci. Célebre por aparecer en El Código Da Vinci, de Dan Brown, esta sucesión numérica se basa en que cada componente es la suma de los dos términos anteriores: así, si empezamos por el número 1, el siguiente será otra vez el 1, el siguiente será la suma de los dos anteriores, o sea, 2, y el siguiente, la suma de 2 y 1, es decir, 3...más gráficamente
0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34...
La gracia final: el límite cuando n tiende a infinito del cociente de un término y su inmediatemente anterior es ...el número aúreo, la proporción divina, phi: 1, 1618...
-Lo que da de sí una coliflor.
-O un bróquil pálido, vete tú a saber...

4 comentarios:

Ángel (Lex) dijo...

Hacía tiempo, bastante, que no me pasaba por el blog.
Veo que todo os va muy bien, me alegro.
Hoy he visto un comentario tuyo en granjaonline y pensé en pasar a saludaros y desearos, aunque tarde, un feliz año.
El blog sigue siendo de lo más interesante, seguir así, la verdad que en estos tiempos que corren daís animos a más de uno para ver que por muy mal que nos vayan las cosas, siempre, si se quiere, se puede encontrar una salida.
Un abrazo para los dos desde Asturias.
Ángel.

Robin dijo...

Saludos Angel, me alegro de leerte. También tenía yo abandonada la GranjaOnline, porque una ya no da para tanto, pero el otro día me pasé y pensé: qué leches, que vale ya de tanto sobre y dinero bajo mano y...a vivir, ya ves tú si hace falta poco para salir adelante. Vamos a decírselo a la gente.

Víctor dijo...

¿Qué me dices de sus algoritmos? ¿No son hermosos ellos?

Robin dijo...

Pues mira...hermosos serán pero...tela marinera...