jueves, 14 de febrero de 2013

HISTORIAS DE LO INESPERADO

Por el mundo hay que ir siempre con los ojos muy abiertos. Nada de muermeces: ni siquiera en los momentos más rutinarios...en cualquier instante nos puede sorprender...algo...
Como por ejemplo, encontrar esta hoja de arce en un lugar donde en principio no debiera estar...
Pero aquí está, sobre unos cardos vivisimos, bajo una desmañada tela metálica y un poste.
Tal vez el hallazgo en sí no suponga gran cosa...tal vez no parezca importante...pero es una manera de avisarnos...ojos abiertos, buena disposición de espíritu. Para ver, hay que mirar...

2 comentarios:

Unknown dijo...

A veces está todo oculto, como dormido.
Pero no dejaremos de luchar, aunque pensemos que se perdió...
Es sólo una pausa, un retomar.
Larga vida a la Reina de los Duendes.

Robin dijo...

Larga vida, Kingelfoberon, Rey de los Elfos.
Yo pienso que todo llegará...llegará...
pero si acaso que llegue ya, ¿no?
Pero sí, verás que sí...que te lo digo yo...
Y si no, que te quiten lo bailao...
Aunque, como te he dicho por teléfono, un poquito de espuela necesita este corcel. Digamos, como se dice en catalán, cal treure-li la son de les orelles...
Tú inspírate en la carta del tarot que te he enviado por mail.
Es que no tiene desperdicio..jajajajaaa¡¡¡¡¡¡