Bien amigos, que no se diga que no estamos en todas. Pues iba yo paseando tranquilamente por las calles, de regreso de un delicioso triscar montano por los alrededores del lago (pantaaaano.....) cuándo, ¡vive Dios!, impreso en el asfalto de cierta plaza he visto...el triángulo masónico. Señal ya inequívoca e incontestable de la presencia de la Masonería en la zona. Si es de orden especulativo o bien activo, eso ya lo iremos averiguando poco a poco. Hay que ir con los ojos bien abiertos...siempre...
-Que eso es una marca del andamio del tio que arregló la fachada, joer...
-Te callas Xènius, que entre el turismo masónico y el turismo sísmico nos vamos a forrar...
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