viernes, 28 de marzo de 2014

"...QEU REFEIRE LAMESTAR..."

"...paciente consciente y con buen aspecto qeu refeire lamestar..." Sería interesante que, para empezar, el personal sanitario que recibe y valora las urgencias no fuera si acaso presuntamente cargadito de licor de Odón. Mayormente en aras de una buena comunicación interna entre servicios y con el paciente...a continuación, digamos que valorar un vértigo como una inflamación medular resulta cuanto menos inquietante. Forzar brazos parestésicos a nivelarse a la altura de lo normal me parece cuanto menos patetiquín. Y sí, ya sabemos que hay recortes y que el personal está que arde, con más pacientes a su cargo y mucho trabajo y responsabilidad, pero la cara de bulldog inglés que regentan es francamente mejorable. Asimismo, esconder síntomas a base de analgésicos sin intentar encontrar el origen de la molestia es peligroso. También resulta sumamente deplorable otorgar a la elevada temperatura de una habitación mal ventilada de un hospital nuevo en el que no se puede abrir ninguna ventana la capacidad de provocar febrícula. En fin, ojo con el tema sanitario que está que arde, digamos que de combustión espontánea prácticamente. Ser bióloga y visitadora médica me ha servido de mucho durante mi vida, pero a fe mía que jamás pensé que era tan necesario vigilar de cerca la actitud y la predisposición de las personas que ejercen el noble oficio de velar por nuestra salud. Y sí, si se baja cuatro veces a urgencias no es por gusto, es por suprema necesidad. Y sí, se bajarán las veces necesarias hasta que no se vea la efectividad de la atención recibida. Aún a riesgo de que nos llamen...patéticos, señor doctor de los vértigos. Que no fueron tales.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hoy en día, quien tiene un buen médico, tiene un tesoro.
Hay que reconocer, que están achuchados por todas partes; desde el sistema, se orilla a quien no cumple las consignas del poder, que ahora es omnipotente dentro y fuera del sistema público de salud. Se impone el ahorro y casi el estrangulamiento de lo público.
El día 7 de enero, estuve ingresado en urgencias esperando cama y pruebas diagnósticas... Parecía que estábamos en guerra; no había vasos para dar agua a los enfermos, ni espacio donde aparcarlos, el personal, todo, a tope de actividad y al borde de la histeria; mientras desde la consejería de salud, el señor consejero negaba lo evidente.
Días después, parte de las pruebas,(PET) me fueron practicadas en "la privada".(Como es costumbre, los aparatos punteros de alto costo, se compran primero en la privada y se amortizan, en uso convenido, con la pública). Solo cuando están amortizados, los compra la Pública. (Mucha tela que cortar sobre el tema). En síntesis: Auge de las aseguradoras privadas con inversiones de amortización garantizada, y personal médico en pluriempleo, preferentemente entre las jefaturas de hospitales públicos.
Como digo, Pasar, (en ambulancia), de un hospital a otro, fue como ir, de las calles de Damasco a las playas de Miami... Abreviando; el tratamiento fuerte y las pruebas duras, en el hosp. público con personal altamente ocupado; y atención notable entre hiper-ocupación y medios saturados. En el privado, tratamiento eficiente también pero con personal, mucho menos estresado, y con menor carga de trabajo, en ambiente relajado e instalaciones nuevas.
¡¡¡Cuidemos lo público o solo tendrán atención de primera, los que puedan pagarla!!!. El tratamiento verdaderamente costoso, lo hace la pública.
¡¡Hay que exigir que paren los recortes, para que no decaiga por saturación, la calidad en lo público!!. Están esperando como buitres, hacerse con los despojos a bajo coste, y manejar privadamente, el negocio más
importante de España.




Robin dijo...

Detecto ciertas actitudes en la Sanidad pública ciertamente inquietantes. Diríanse tendentes a disminuir la carga de edad de la población. Entiéndase esto como se desee. Pero a buen entendedor...ya me entiendes.