martes, 1 de abril de 2014

O FIRMAS...O FIRMAS

Ya que estamos exacerbados ante la peculiaridad de la raza humana y sus comportamientos espasmódicos, no me quedaré sin comentar un hecho que me parece cuanto menos digno de ser reseñado como aviso para navegantes. Cierto es que las causas populares han de menester apoyo cuando parecen justas. Sin embargo, la demagogia de pretender que un asunto particular atraviese las lindes de lo propio para hacerlo común y así obtener beneficio es un acto egoísta, aunque, todo hay que decirlo, bien planeado. Yo, que vengo de menesteres varios y que he tenido que sacarme yo misma las castañas del fuego en innúmeras ocasiones, suelo ser muy cauta a la hora de mostrar apoyo público a causas ajenas. Así es que cuando me solicitan firmas para tal o cual asunto, suelo rehusar a comprometer mi DNI y mi particular forma de entender la justicia, más, digamos, por mi mano que basándome en esperanzas de colaboración, que ya de por sí suelen nacer muertas. Democrático es que, por no querer firmar -acto voluntario donde los haya- se retire el saludo. A eso lo llamo yo buen hacer, tolerancia, respeto y criterio. Hice bien en no firmar: acaso apoyaba el abtrusismo y la aculturación. Me quedaré con esa referencia, positiva por lo demás.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lamentable, parece que los Idus de Marzo se hayan confabulado en vuestra contra; ¿será porque tienes algo de Julio César?, Ya sabes que hay tres cosas que no pueden permanecer ocultas, la belleza, el dinero y la inteligencia... Buenos cebos para atraer a la envidia.
En estos tiempos de seguidismo a ultranza, ya se sabe que quien camina solo... soledad encuentra.
No se que decirte... sólo que aquí tienes un amigo, a mandar.

Robin dijo...

La amistad es tesoro difícil de encontrar...que se lo digan a César, aunque hay que reconocer que a él nunca le importó en exceso su propia seguridad. Tal vez por eso vivió tanto y tan intensamente, que se lo digan a Cleopatra. Lástima de Cesarión.
Gracias Faust.