lunes, 6 de octubre de 2014

EL CASTOR NEGRO

              El gritito de Munch por Robin d´Ebre.
En cualquier civilización, la domesticación de la raza se basa en la instauración de la cultura de la espera: esperar para ser mayor, esperar para tener una oportunidad, esperar para llegar a unos resultados, esperar, esperar, esperar...pero...
Sentémos debajo de un pino. Cómodos, que no nos pinchen las argelagas ni las gravas del suelo. Y pensemos...¿en qué se basa la cultura del éxito? Pues precisamente, se basa en la no-espera.
Esto lo saben bien algunas personas que suelen ser denominados gentes de éxito: gente del espectáculo, empresarios, aventureros varios. ¿Y qué tienen en común? Pues que no han esperado.
La oportunidad la pintan calva para que no puedas cogerla por los pelos, y hay que ser rápido y estar al quite. Algunos prohombres de este país así lo hacen, como los que han llevado a cabo el curioso Proyecto Castor o los que establecieron la red de black cards o targetas opacas. Yo es que, ha llegado el momento en que pienso que ellos son los que tienen razón, los que prosperan. No me vale que me digan que lo acabarán pagando, porque no es así. Cientos de argucias legales les sirven para salir indemnes de acusaciones varias, porque a buen seguro- aunque presuntamente- estarán implicados tantos peces gordos que ni el Constitucional podría hacer nada...ni querría tampoco. Así que una acaba pensando que...ole vuestros cojones.

No hay comentarios: