lunes, 1 de febrero de 2016

ALTA COCINA AUTOSUFICIENTE

Y es que no hay mejor elaboración que la hecha saliendo al jardín, tomando lo que la tierra nos da en casa, recién cogido, y transformarlo en obra humana: todo se puede comer a la manera sencilla en la que nos lo ofrece la huerta, pero ese toque manual, esa humanización del recurso es lo que se llama arte. Lo aparente se vuelve jugo, ligero caramelo, turgente untuosidad, efímeros placeres sensoriales que, sin embargo, perdudarán en nuestro recuerdo cerebral, humano. Emulsión de aceite de oliva sisquellana y almíbar de naranja sobre pan.

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