lunes, 14 de marzo de 2016

NAMAS-TE FALTABA ESTO...

La derecha facha racista asciende como la espuma en las elecciones regionales alemanas.
Un hombre arrollidado en la acera, frente a una estación de tren. Su ya castigado carrito maletero se quiebra, agotado por el uso, esparciendo por el suelo sus pertenencias. Tiene apenas unos minutos para coger un tren. Pide ayuda para recoger unas cajas, mientras su desayuno rueda unos metros calle abajo...pero nadie le ayuda. Pasa mucha gente a su lado: unos miran y siguen caminando, otros balbucean una ininteligible excusa, alguno más cafre de lo usual le increpa.
Finalmente, nuestro héroe consigue rehacer su equipaje y llega justo para coger su tren.
Nos llenamos la boca con las palabras. Solidaridad, ayuda, compasión, empatía. Pero el ser humano es egoísta, cruel y tendente a la idiocia. Estas características han podido ser matizadas a lo largo de la historia por la religión y por la imposición de férreas normas gubernamentales que han hecho del depredador humano algo parecido a un títere descabezado, dirigible a base de libros de autoayuda y masters de ESADE. Ya va siendo hora de que esto se enseñe en los colegios en aras del despeje de conciencias y de un menor índice de frustración infantil y juvenil. Recordemos que el buen propósito aquel que reza yo cambiaré el mundo, propio de adolescentes quijotescos, es falsa premisa y decepcionante propósito que infunde desánimo a lo largo del tiempo. Comprendemos a Andrés Aberasturi y sus crónicas de los domingos por la mañana en No es un día cualquiera de Radio Nacional de España, teñidas de un pesimismo melancólico que encoge el corazón. Y nos apenan esas buenas gentes que creen en la Luz del Ser Humano, como esos amigos nuestros a los que acaban de quebrar una ilusión en Bioconstrucción en Avila, medio engañándolos con unos terrenos, y aún así siguen juntando las manos y saludando: namasté...
Y eso que el hombre era blanco, buen mozo y español...ignoramos su final en caso de mostrar otro fenotipo. Namás-te fuera faltao eso hijo...

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