martes, 30 de agosto de 2016

EL HUERTO PIRENAICO

Carente de fatiguitas extremas, un huerto pirenaico nos obsequia con esas maravillas no por tan vistas menos preciadas...coles, lechugas, cebollas y puerros, judías, patatas aún por recolectar, zanahorias, calabacines y pimientos...destacan las enormes calabazas. Y con todo esto se elabora la soberbia cocina pallaresa: sopa de albóndigas, escudella, platos con setas, civets, embutidos, tupí...en fin. Eso sí, los lugareños nos informan que el verano ha sido seco: ¡incluso han tenido que regar algún día!...

2 comentarios:

Juli Gan dijo...

Pero cuando cae un tormentón en la zona, te impresionas a lo grande. Ay, la calabaza, arrinconada por la patata....

Robin dijo...

Eso es así, impresiona y a lo grande...y por redescubrir la cocina de la patata.