sábado, 6 de mayo de 2017

NADIE DABA UN PIMIENTO

A veces los derrotismos, por bien que acaso justificados por miedo vital o experiencias anteriores, son malos consejeros. Nadie daba un pimiento por este idem habanero al que pasamos del huerto a la maceta para que no muriera en los rigores invernales. Se quedó sin hojas y los tallos se iban necrosando. Lo dábamos por muerto o acaso por residuo de anteriores esplendores. Pero hete aquí su aspecto actual: frondoso, vital y lleno de capullitos.
Moraleja: la moderación y la templanza en los sentires es de todo punto recomendable. Nos ahorra vivir por adelantado agonías que tal vez no sucedan.

4 comentarios:

aStroStrich dijo...

Gran consejo! gracias por compartir

Robin dijo...

Y a ti por leerlo. Y es que la vida enseña.

Candela. dijo...

Hay un refrán " Sorpresas nos da la vida..." Nunca perderemos la esperanza frente a la agonía porque un día "sorpresas nos encontramos "
Que alegría por la recuperación de la plantita. Saludos

Robin dijo...

Estoy muy contenta, mucho. Son esas pequeñas cosas que te hacen feliz.