Ayer por la tarde, salimos todos a pasear. Onga también venía. Como no para de dar saltos y está tan revoltosa, decidimos probar a ver si aguantaba el paseo de cada día con el rebaño: pues sí. Se lo pasó muy bien, aunque hace ir a su madre de cabeza, porque salta por los márgenes de piedra, corre como loca de aquí para allá...incluso empieza a interesarse por las hierbas que come su madre, y coge briznitas con la boca. Estas criaturas nacen con dientes, así que son una maravilla. Cuando las veo, tan pequeñas y tan capaces, siento un poco de pena por nosotros los humanos, que nacemos arrugados como pasas e incapaces de hacer nada más que mamar y llorar. Y cagarnos y mearnos encima. Y hasta que no hacemos algo por nosotros mismos, pasan años...con perdón, pero como especie somos un truño.
Se sabe que los niños humanos nacen todos prematurso. Es el precio que pagamos por caminar herguidos. Las caderas de las mujeres se estrecharon para poder caminar a dos pies, y la cabeza de nuestros fetos no pasarian por el canal del parto si nacieran a "su hora". Es por eso que se intenta concienciar a las familias que son 9 meses dentro y 9 meses fuera.
ResponderEliminarEs decir, los 9 siguientes meses de un recien nacido el entorno tiene que ser tan amoroso y protector que asuma que ese bebe recien nacido no es capaz todavia. De ahi que el piel-con-piel, el contacto constante, lactancia a demanda y entorno amoroso es vital para el crecimiento emocional del bebé.
Me alegro de leeros por la mañana, ayer me quedé preocupada.