Esta mañana, un artista me ha enseñado su obra. Esta tarde, leo unos periódicos. Llego a las últimas páginas: cultura, ocio, sociedad...Barcelona.
Hace muchos años. Los sábados por la tarde, aquel grupo de universitarios se perdía rambla abajo: la plaza Real, Colón, Pau Claris...el puerto. La Barcelona oscura, húmeda y con olor a gasoil de barco, a puerto. La Bohemia...
El barrio chino. Si entras en tropel, no pasa nada. Las prostitutas se acercan a nosotros, tentando a los machos del grupo. Algunas se atreven a tocarlos, un poquito, un leve roce. Las chicas nos reímos. Una bodega gallega, con mesas viejas de madera, llenas de pringue; techos bajos, luces tenues, humo. Pedimos sangría, pulpo, albariño. Hablamos del bien y del mal, desde el desconocimiento de los 20 y pocos años.
A veces íbamos a la zona alta, Pedralbes, el Tibidabo...cócteles en locales de lujo: niñas bellísimas, pijísimos ellos...
Barcelona a las dos, a las tres, a las cuatro de la madrugada. Tienes alma, el alma de la gente que te habita y que te recorre. Brillas de madrugada, reflejas y absorbes, das vida y devoras.
Voy de la mano de un hermoso muchacho. Tan hermoso como triste y melancólico. Brillo y sombra: gloriosas madrugadas, más hermosas sabiendo que aquello tenía que acabar, y por lo tanto saboreando cada caricia, cada beso.
Barcelona: no te enfades cuando te llamo Urbanilandia. No te odio: huí de tí porque no te entendía. No te añoro, pero puedo recordarte como si fuese ayer.
Que bonito... De diario nos enseña su cara gris, la de la rutina, el esteras, las colas y la contaminación... Pero de vez en cuando si consigues alejarte de todo esto y miraría con otros ojos entonces la encuentras ahí, preciosa, la del gótico, las callejuelas,la de las cenas junto a la playa al ritmo de chill... Esa es la que a mi me gusta pero se deja ver tan pocas veces....
ResponderEliminar--desde mi iPhone --
Tan pocas veces, Verónica...tan pocas. Hoy estoy tontona.
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