Qué diferente del año pasado, que en julio y agosto la humedad relativa del aire tuvo una media del 20% durante la mayor parte del día: comparable a un desierto. Yo lo pagué con un resecamiento de la piel que me obligó a usar crema hidratante a diario varias veces al día. La construcción del maset fue un poco dura, la verdad.
Cada año es diferente...
...y siempre lo será!!!
ResponderEliminarY todos nosotros que lo veamos, amigos.
ResponderEliminarY añadiria cada dia es diferente, cuando te acuestas parece que el dia siguiente va a salir con sol, y aparece nublado; va a ser frio y hace calor; etc. el campo es el dia a dia, no puedes planificar mucho porque te cambia todos los planes en un momento.
ResponderEliminarSí Alberto, y yo pienso que una de las mayores riquezas de la vida rural es el hacer que la gente se sepa vulnerable, que los ritmos de la naturaleza no dependen de nosotros y tenemos que conocerlos y ser menos prepotentes. La vida urbana ha hecho que las personas piensen que todo puede ser planificicado, controlado...y no es así. Menos desengaños y sinsabores habría si la gente volviera a sentir, a disfrutar y a sufrir los ritmos naturales.
ResponderEliminar