La pequeña Tanit está sobre su trono de roca: es muy simpática, y juega con mi maridín haciendo topacitos inofensivos. Se para de manos y hace como que amenaza: ¡eh, que te doy un topazo! pero es dulce y amorosa: al contrario que Onga, esta niña se deja coger en bracitos y si la llevas un ratito, se duerme. Lo que pasa que cada vez pesa más, y ya cuesta...
Tiene los ojos como los de una gacela. Es preciosa. Roca que ve, roca en la que se sube...es una diosecilla de fuego. Tan linda...
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