Yo también he comido, que la cosa merecía homenaje. Pero hay que reconocer que la carne del conejo de monte poco se parece a la del conejo de granja. Esta que nos ocupa es roja, fuerte y sabrosísima. La verdad es que el conejo de granja, comparado con esta delicia, queda cual desmerecido sucedáneo.
Ya le he dicho que hay vía libre para la cría de conejos, y vamos de inmediato a ver cómo hacemos unas jaulas apropiadas a tal fin.
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