
Esta seta es divertidísima. ¡Tiene pestañas postizas! Parece una vedette, con esas pestañas largas y negras. Es Panaeolus sphinctrinus, una Agarical con propiedades alucinógenas.
No me digáis que la seta no tiene gracia. La llamaremos la vedette.

Esta forma de vida es de una sutileza extraordinaria: son filamentos blancos entrelazados, que nacen de la tierra. Atrapan entre ellos las gotas de la niebla. Me acerco y los miro: realmente, me transmiten...una serenidad...son seres tan, tan sencillos, pero tan eficientes...y también efímeros. Bueno, efímeros en su manifestación reproductiva, porque luego, una vez realizada la función de entrecruzar el material genético, se diluyen, como si se evaporaran en la misma niebla de la que se nutren. Y las raicillas quedan internas, secretas, entre los gránulos de la tierra.

Casi casi las piso al caminar...pero no, menos mal. Unas setas tan deliciosamente delicadas, también en el olivar. Son tan sutiles, que si las tocas para ver si debajo del sombrerito tienen láminas o son porosas, se rompen...

La cocina adquiere una nueva dimensión cuando se usan para la elaboración de los platos las deliciosas especias. Yo, la verdad, no estaba acostumbrada a estos sabores: justo sal y pimienta, ajo y perejil...pero con los envíos exóticos de Mensh, hemos entrado en una interesante exploración de nuevos y sorprendentes sabores. Por ejemplo: como estamos muy atareados recogiendo olivas, vamos un poco de culín a la hora de preparar la comida. Hemos hecho unos espaguettis y el aliño del mortero, que es perejil, ajo, almendras, dos galletas, pimienta, masala, aceite, todo bien majadito. Pero...al final, hemos añadido un toque de salsa de pimientos picantes marroquíes. La Tunissienne.
Un gato sobre un árbol...y un día de niebla. Alicia en el País de las Maravillas. El gato de Chesire...le consultamos para saber el camino que debemos tomar.
La elaboración de elixires alquímicos es un arte. Aquí tenéis unas botellitas o fíbulas que contienen tres elixires: el del Dragón Morado modalidad mora, el del Dragón Ambar que es de grosella y el del Dragón Blanco que es flores de falsa acacia (Robinia pseudoacacia).
Este año, los muérdagos- Viscum album- están exuberantes. Ya están formadas las perlitas blancas, las flores femeninas fecundadas. Éste está bien alto en el pino, inalcanzable. Es impresionantemente grande. Hay otros globulillos, más pequeños, en otras ramas; se ve uno a la derecha de la imagen.
Esta vez, la alfombra que cubre el bosque no es un musgo: es un líquen. El color es azulado, y tiene ramificaciones, como astas de ciervos pequeñitos. Pensar que todo está saturado de humedad...hoy hay niebla, densa en algunos momentos. Cuando caminas, las gotitas microscópicas entran en tu respiración. Estamos más cerca de los orígenes, cuando éramos seres marinos. Respiramos ahora un aire saturado de agua. Más cerca del origen.
Ya es curioso que haya una piedra que concentre el crecimiento de los musgos en este muro. ¿Será una piedra mágica? La verdad es que no lo sabemos. Aunque la presencia de la gata Aina por los alrededores parece confirmar tal cosa. Qué bonita es la piedra, tapizada y esponjosa, y qué bonita está Aina. 

Troya está en celo. Pero es una perra un poco rara, y no acaba de valorar en qué consiste este estado. Así que se piensa que es un juego, donde Boli la persigue, y van dando vueltas uno alrededor de otro, en círculos. Hasta que Troya se cansa y entonces, se acabó el juego. Y para hacérselo saber a Boli, pues le amenaza como si le fuera a morder. Boli se pone nervioso: de repente, vemos que se cae desplomado al suelo, sobre su costado izquierdo. Hay que intervenir, es su ataque de encefalopatía. Lo cubrimos con mi chaleco, y con palabras suaves, vamos acariciándole, creando un ambiente tranquilo. A los pocos minutos, se recupera. 



La lluvia es una bendición, pero también provoca problemas. En el corral, tanta agua ha generado una desagradable capa formada por caquita, paja y tierra, que es un verdadero merder. Las cabras odian estas incomodidades. Así que ¡a darle a la pala! La primera fase consiste en rastrillar toda la cama, y con la pala, transportarla a una zona del huerto que está libre de cultivos.
Agua. El agua es la vida. Basta que llueva. Sólo que llueva, para que el paisaje se transforme en un lecho primordial, húmedo, de musgos, de líquenes, de gotas de agua colgando de las ramas, de tierra fresca.


Esto no es exactamente un corro de brujas: se les llama así a unas formaciones circulares de setas que van creciendo centrífugamente. En fin, es más fácil verlo que explicarlo.
En los paseos campestres no siempre se encuentra el lado luminoso: el lado oscuro está siempre presente, aunque no lo veamos. En esta ocasión, se ha mostrado en toda su magnitud: un cuerpo sin vida dentro de una alberca de riego. Corremos a rescatarlo, mérito de la inmediata y eficaz intervención de Josep de la Sisquella; es un animal, una perra. Pero es demasiado tarde: la perra está muerta. 

Para Navidad serán estas coles...o no. Porque están para comérselas en forma de delicioso trinxat. Estas coles fueron un regalo de Aurora y Eulàlia. Aurora es un ser especial, alguien que por alguna incomprensible razón, nos quiere. Tiene una sonrisa que le nace del alma. -Es un hada-...Y Eulàlia, hija de hada, lleva también su sangre en las venas. Y tiene el encanto sublime de su madre. Nos quiere también. Hablar con ella por teléfono es recibir una inyección de alegría al momento. Una mujer-cascabel. Nosotros las queremos a ellas. Y cada día, cuando miro las coles, me acuerdo de sus sonrisas.
Ay, parece que no ha roto un platito en su vida...con su vestidito y todo...Gresca, la Temible Yorkshire, tiene que llevar trajecito a partir de otoño porque sino tiembla de frío. Está tan linda, en medio del monte, sobre los líquenes, vigilando el rebaño, que hoy sale también en el blog. Me gusta porque los perros, cuando viene gente a visitarnos, si es la primera vez que los ven, se ponen muy rabiosos; pero a medida que los visitantes van viniendo más veces, ya los conocen, y entonces no montan ya tanto pollito.
Bien amigos. Ahora que anochece más pronto, hay que tomar algunas precauciones. Porque resulta que a veces, lo que pides te puede ser concedido...
De todo hay en la viña del Señor, y así debe ser, para que la naturaleza tenga variabilidad genética donde escoger y aplicar la selección sobre las especies. Pero hay personas que tienen una virtud. Todas las personas que nos han visitado hasta ahora pertenecen a este tipo humano, como por ejemplo, los amigos de Biosfera2030. 

El día de ayer nos obsequió con más lluvia. Ya nos sale el agua por los ojillos, y está todo tan, tan hermoso...el olivar es un prado. Las cabras comen contentísimas la hierba frescal, y las pequeñas Pléyades empiezan también a trasegar algunas hojillas de brotes tiernos.


Sigue la suavidad atmosférica, y las temperaturas amables nos permiten seguir recolectando judías. Están buenísimas, y con las últimas lluvias, las vainas, que son bien largas, son además pura agua...cuando las parto para ponerlas a hervir con las patatas, salen gotitas de agua de sus tejidos que, de tan tiernos, son casi translúcidos. Se cuecen en muy poco tiempo: nada que ver con esas judías de los supermercados, que parecen trocitos de porexpan pintados de verde, envueltos en un plástico protector para evitar que se deshidraten, recogidas desde hace a saber cuántos días.
Este fin de semana también me ha enseñado algo muy importante: que para hacer cosas en común, el grado de compromiso es esencial.
No pasa nada, porque comida hay. Hoy, puré de patata y calabaza y, si las gallinas ponen algún huevo, que últimamente están rebeles, pues huevo frito. La vida autosuficiente permite no morir de hambre. Tal vez el bosque tenga a bien entregarnos alguno de sus recursos alimenticios: venga, elfito cachondín, enróllate y dime dónde están las mocosas. Tienen que estar en el mismo sitio que el año pasado.