La primavera viene fuerte, así que se impone una regeneración total, de cuerpo y mente. La de la mente no precisa comentarios, cada uno que se regenere convenientemente, o no. La del cuerpo...bueno, es preciso liberarse de ropajes y protecciones varias. Y darse masajitos. Y hacer estiramientos. E hidratarse, que el sol caldea.
Claro que a ser posible, esto hay que hacerlo sin que tu maridín te haga fotos inesperadas, en las cuales se hace patente el anti-glamour primaveral. Y yo, como soy así de cachonda, pues hala, la pongo para que riamos todos. Parece que lleve rastas, mira qué rebonica.
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