De buena mañana os sugiero ya una comida nada pecaminosa para hoy, dia santo. Un plato de arroz hervido y guisantes, con tomate frito de conserva de La Sisquella, acompañado de una especie de albóndigas croquetosas que ha hecho mi maridín con patata hervida y trocitos de queso; ha formado unas bolas con ello, y las ha rebozado con huevo y harina. Ha quedado un plato que vamos, llena a los estómagos más dilatados. Yo no me lo comeré todo: si me meto esto dentro, reviento, vamos. Muestra de que se puede comer con enjundia en Viernes Santo sin carnecillas, como manda la tradición.
Rico,Rico...Seguro que Ferran Adri toma notas en vuestro blog....jijiji
ResponderEliminarSaludos
Olvidaba comentar que el aderezo con aceite de La Sisquella y con pimienta de la India...y el sabor es espectacular, a pesar de la sencillez del plato.
ResponderEliminarMuy buena pinta y muy sano, Robin.
ResponderEliminarDios bendito, acabo de recordar que ayer, sin más, me comí sin pensar en ello un trozo de fricandó que me dió Eulalia sobre un trocito de pan...
ResponderEliminarMi promesa vegetariana...
Ahora vuelvo, voy a flagelarme...jajajaaaa¡¡¡¡¡
jjajajajajajjaajjajaja pecadora!!!!! jajajjajajjajja era tofu mujer!!!! disfrazado de fricando jjajajajjajajaj
ResponderEliminarDemasiado tarde, me he ido a la Mazmorra Encantada y me han puesto a caldo.
ResponderEliminarHala, sumando puntos...jajajajajaaa