Está verde, vital, vivísimo. Señal inequívoca de que sus raíces deben haber encontrado alguna vía de agua subterránea. No ha sufrido en absoluto con la sequía del verano. Y si lo ha hecho, estoico, no lo ha mostrado. Me gustaría resguardarme en él y aprender de su sombra arcana: no se puede. Sus acículas punzantes lo impiden. Es hermético. Como todo lo sabio.
Me rindo. Tampoco encuentro a la euforbia.
ResponderEliminarReconozco mi derrota.
No es tal, sino esfuerzo y trabajo.
ResponderEliminar;)
Has ido a escoger las más difíciles, hijo mío...