Cleo os da la bienvenida a La Sisquella: ¡hola hola! Es muy gracioso verla corretear por la finca: no se va, se queda en la zona en que estamos todos, triscando, escondiéndose en los rinconcillos. Entra y sale libremente de la casa. Eso sí, sólo cuando estamos vigilando, no sea que le pase algún percance. Ni los perros ni los gatos le dicen nada: es un miembro más de los Alegres Muchachos de Sherwood.
El problema es que a veces no quiere volver a su jaula...la otra noche, Josep ya se enfadó de verdad, porque estuvo tres cuartos de hora intentando cogerla. Jura y perjura que no la dejaremos salir más: pero al día siguiente ya se ha olvidado, y Cleo vuelve a disfrutar de sus correrías.
Es tan bonita.....yo estaria sufriendo de que echara a correr.....pero no lo hara,tube hace años una conejilla como mascota y era muy lista...claro que tenia unos gustos muy extraños..le encantaba la sobressada y el chocolate....cuando llegaba yo a casa venia a recibirme dando saltos a mi alrededor.....era preciosa...
ResponderEliminarContamos con Troya, que no la pierde de vista y además juegan al escondite. Menos mal, porque a veces se mete en ricones y no la encontramos...pero a Troya le dices: ¡busca a la Cleo! y la encuentra¡¡¡¡
ResponderEliminarbuen equipo si señor!!!
ResponderEliminarTroya también busca a Baby, que a veces se va bancales arriba y no la vemos: ella marca dónde está. Esta Troya es fantástica¡¡¡¡
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