Tiempo de manzanas: éstas, recogidas en su punto exacto de maduración, tienen el honor de no haber sido tocadas por ningún producto fitosanitario. Tampoco se aprecia diferencia alguna con las comercializadas: si acaso, en alguna, algún agujerillo de un gusanito aventurero. Están relucientes, y crujen cuando clavamos los ávidos dientes en su piel, rosada en la variedad pintona, verde vitalísimo en la verde. Maduras, sabrosas, sin esa acidez comercial. El estómago siente y agradece las bondades de su pulpa. Estomacal, medicinal...cálida manzana.
Se me hace la boca agua leiendo tu descripcion......ains.....regalo de tierra bendita
ResponderEliminarSin duda alguna una sidra acompañando el postre. Sin mucho grado.
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