Sigue lloviendo, y de verdad que es un gozo enorme ver el barranco de La Sisquella de esta guisa. Y lo más sorprendente: después de tantos años de sequía, parece que por arte de magia todo vuelve a surgir como una vez fue: las algas crecen sobre el lecho como si nunca hubiesen dejado de hacerlo; las ranas pasean por los mágenes de la riera; las plantas acuáticas, con ciclos vitales rapidísimos, se reproducen; los renacuajos nadan, en diferentes fases de desarrollo, por las pequeñas balsas, saltan las cataratillas, se desplazan, con su cabezón enorme y sus primordios de patitas...y todos nosotros disfrutamos de esto.
¿Llegará con agua hasta el verano?
ResponderEliminarTant de bo, nen...unos bañitos en bolingas en las charcas que se forman sería fantástico.
ResponderEliminarOjalá hubiera agua este verano para bañarse con la Luz de la Luna llena.
ResponderEliminarCuidado con los traviesos renacuajillos, que retozan cual espermatozoides gigantes.
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