El hecho de no usar herbicidas ni insecticidas ni demás
yuyicidas permite que nuestros amigos los caracoles progresen adecuadamente. Hacía mucho tiempo que no veía una fiesta caracolera como ésta: el caracol autóctono, de un delicioso color rosado-anaranjado, de un tamaño medio aunque también hay ejemplares grandotes. Están tan frescales sobre estos hinojos que crecen entre los olivos. Buena muestra de biodiversidad.
Y qué buenos con tomatillo y picantes.
ResponderEliminarEso dicen, jamás lo he comido. A Josep le encantan.
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