EL FINAL DEL MERCADILLO DE LOS INGLESES

Por webs

Mucho duraba y muy libre era la cosa. Al final se lo han cargado: nos informa un vecino de la zona que al consistorio local al cual pertenece ese término -mayoría absoluta de CiU en aquel momento- no le hacía ni pizca de gracia. Así que ya no hay mercadillo de los ingleses, aquel del cual hablábamos hace un tiempo aquí. Se comprende, pues, que un país que tiene tanto miedo a la soberanía popular tema tanto a la democracia, forma de gobierno que tiene su base en el sufragio universal y que se expresa mediante votaciones. Miedo: el poder tiene miedo a la voz del pueblo. Y no: no da pereza votar, no cansa ejercer ese derecho: como si hay que votar cien veces. Y mientras se siga ejerciendo la represión y se mutile el libre albedrío, más y más y más votaciones.