La decoración de Navidad en las casas es una simulación de lo que nos ofrece gratuitamente la naturaleza. En nuestros paseos encontramos un contraste predominante: verde y rojo. Los frutillos del madroño han engordado con las lluvias y los más resistentes a la sequía estival adornan el arbusto cual bolillas artificiales de ámbito urbano. Qué rebonicas...
Cierto Robín, como la canción del tamborilero del ropompom.
ResponderEliminar"Nada mejor que te pueda ofrecer, las flores y los frutos rojos
como el color del amor "
LA PROPIA NATURALEZA HABLA SOLA Y NADA MÁS BELLO QUE ESTA DECORACIÓN.
¡Sí, y alegre!
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