Suaves primordios del futuro fruto coriáceo son los
ametllons. Ahora, tiernos como son, se encuentran rodeados de un suave vello, diríase que infantil. Sin embargo, su morfología me lleva a pensar más en clitoridianas analogías. Pues ciertamente, los
ametllons me sugieren excelsos y nutridos adminículos femeninos tendentes a lúbricos disfrutes. Primaverales telurismos, a fe mía...
No hay comentarios:
Publicar un comentario